JUN. 15 2025 - 07:08h Leyendas que mantienen vivo el rock Segunda jornada del Bilbao Legends Fest y última oportunidad por este año para seguir disfrutando de las grandes leyendas de la música en Bilbo. Errobi, la elegancia de una leyenda vasca, sobre el escenario de este festival. (Aritz Loiola | Foku) Sergio Iglesias {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Aunque el cartel del día, a priori, no ofrecía tantos alicientes como en ediciones anteriores del festival, la cosa se fue animando desde primera hora con la actuación de Eric Bibb, quien dio una lección magistral de blues y sonidos similares, ya que, aparte de bordar los ritmos más tradicionales en composiciones como la sufrida ‘Come back baby, ‘Going down slow’ o ‘Saucer and cup’, también se acercó al country en la revisión que hizo del tema original de Lead Belly ‘Bring me li’l water silvy’, y se atrevió con el rock sureño en ‘Alabama bound’. Fenomenalmente acompañado en formato cuarteto, en el tramo final el neoyorquino también contó con la aportación de Ulrika Bibb en las voces de la preciosa ‘Dance me to the end of love’. Primera leyenda del día y una manera inmejorable de comenzar la última jornada festivalera. Peor lo pasaron Ziraun en una actuación en la que, por desgracia, el protagonista fue el sirimiri presente en el botxo desde primera hora de la tarde, y que, como es lógico, afectó sobre todo a los grupos que actuaban en el escenario exterior. La banda gernikarra, sin embargo, no se amilanó ante las inclemencias del tiempo, y tiraron de actitud para sacar adelante un concierto en el que pudimos disfrutar de la frescura de unas composiciones que mezclan sonidos oscuros cercanos al stoner, con pasajes melódicos y letras en euskera. Una pena haber descubierto a Ziraun en estas circunstancias, pero seguro que tendremos más oportunidades de encontrarlos en el camino en un futuro cercano. Una vez resguardados de la lluvia en el escenario principal, nos dispusimos a disfrutar de, estos sí que sí, unas auténticas leyendas del rock en Euskal Herria: Anje Duhalde y Mixel Ducau, o lo que es lo mismo, Errobi, que en 2023 regresaron para hacer una gira conmemorativa por sus 50 años de trayectoria. Parece que están tan a gusto encima del escenario que han decidido alargar el aniversario, y hacer parada en el Bilbao Legends. Y la verdad es que es una suerte haber podido disfrutar de Errobi en el siglo XXI. A lo largo de una hora y cuarto de concierto, demostraron estar en un estado de forma envidiable y que, al igual que sus canciones, han sabido cumplir años (que no envejecer) con gran elegancia. Así pudimos disfrutar de himnos como la reivindicativa ‘Gure lekukotasuna’, el rock más crudo de ‘Kanpo’ o ‘Telebista’, el rock and roll clásico en ‘rock eta rollin’, o la faceta más progresiva de la banda en temas como ‘Aitarik ez dut’ o ‘Andere’. Un repertorio que nos hizo ver la cruda realidad de ciertas temáticas y letras que se reivindicaban hace décadas y que, por desgracia no han perdido su vigencia, e incluso han ido a peor, sirva como ejemplo de esto último ‘Nora goaz?’. Por cierto, no quiero pasar la oportunidad para destacar lo bien que canta Anje Duhalde y lo buen músico que es Mixel Ducau, que no sólo se lució a las voces y la guitarra, sino también con el clarinete y el saxo. Seguía lloviendo en el exterior, pero nada iba a aguar (nunca mejor dicho) la fiesta a Cherry Boppers. Otra de esas bandas que son casi un emblema de Bilbao y que nunca fallan. En esta ocasión, los de Santutxu se presentaban junto a la vocalista Patricia Reckless, con quien han creado una alianza infalible y con quien han grabado su último trabajo discográfico hasta el momento: ‘The Cherry Boppers meet Patricia Reckless’, un auténtico catálogo de soul, funk y demás sonidos negros que desgranaron a lo largo de 40 minutos en los que la gente no paró de bailar, junto a varios miembros de la banda que se atrevieron a bajarse del escenario paradisfrutar y mojarse junto a su público. Una fiesta que terminó en todo lo alto y que precedía al que debía ser uno de los momentos del festival. Y es que, en el interior del pabellón ya sonaban los primeros acordes de ‘Standing on higher ground’, con la que daba comienzo el concierto de uno de los grandes atractivos del cartel de este año: Alan Parsons. En amplio formato de octeto junto a siete grandes músicos, fueron repasando los grandes éxitos de la discografía de The Alan Parsons Project, ejecutados a la perfección por una banda en la que todos y cada uno de sus miembros dieron una lección de sobriedad y exactitud en la ejecución, acentuado más si cabe, por un sonido impecable. Algo que, sin embargo, a mí particularmente no me llegó a enganchar en ningún momento, seguramente porque tampoco me enganchó nunca la banda. Cuestión de gustos personales que no significa que no valore el concierto, el trabajo y el repertorio de uno de los más grandes productores y técnicos de sonido del siglo XX…’One note symphony’, ‘La sagrada familia’, ‘Don let it show’ y, por supuesto, ‘Eye in the sky’ sonaron en un concierto que hizo las delicias de sus fans que, por cierto, llevaban tres años esperando al genio londinense desde que tuviera que cancelar su actuación en el Legends del 2022. Tras ver a Alan Parsons, llegaba la última visita al escenario externo para ver a Los Retros, la banda getxotarra que, tirando de experiencia, también supieron hacer frente a la lluvia, ejecutando un repertorio basado en un rock directo y sin concesiones, en el que repasaron los temas de su álbum de 2021 ‘En un lugar del norte’, a la vez que adelantaban algunos temas de su próximo trabajo ‘Miedo en el aire’. Y para terminar, traca final muy muy bestia con los Dead Daisies, una auténtica apisonadora de hard rock que, en una actuación totalmente incendiaria, dieron uno de los conciertos más espectaculares de esta edición, espabilando a todos y todas las que, tras casi siete horas de festival, pensábamos que ya no nos quedaba nada por dar. Error enorme, del que nos sacó la banda liderada por John Corabi, veteranos todos de la escena hardrockera y con experiencia más que demostrable en bandas como Motley Crue, Whitesnake, Dio o Union… casi nada. ‘Long way to go’, ‘Light’em up’, ‘Mexico’, ‘I’m gonna ride’, así como versiones de The Alabama State Troupers, Creedence Clearwater Revival o los Beatles (sencillamente genial la apoteosis final con ‘Helter Skelter’) provocaron el éxtasis de los y las valientes que todavía aguantábamos en pie gracias al chute de energía de unos Dead Daisies que nos dejaron con ganas de más. Pero como todo, el Legends también se tiene que acabar, y así, en todo lo alto, es como mejor se llevan las despedidas. Así que, sin más que añadir, y con un excelente sabor de boca, es como decíamos agur a esta edición del Legends que, un año más, sigue confirmando que, aunque lleven años intentando cargárselo, el rock sigue muy vivo