BERTA GARCIA
CONSUMO

Tabaquismo

E l estigma que sufre la hoja del tabaco es una copla vieja y llena de codas sin sentido. Pero es lo que hay, a falta de mayor claridad en el etiquetado y mano dura en la fabricación de los cigarrillos y otros formatos.

La información que nos viene dada en las cajetillas se parece a una dama del Novecento, que insinuaba las formas, pero no las mostraba. Allá cada cual con lo que se imagine y será responsabilidad del mirón si con lo que ve e intuye, sigue fumando presa del tabaquismo, consecuencia de su calentura mental.

Pero no nos dejemos engañar por las apariencias, porque existe una hipocresía tal en las campañas que asusta más que la leyenda impresa en el paquete. De los productos a disposición del consumidor, quizá sean los derivados o elaborados a partir del tabaco los que menos información ofrecen. Y todo ello a pesar de las diferentes normativas sobre el etiquetado, la seguridad y la ausencia de compuestos químicos o sintéticos que pongan en riesgo la salud de las personas.

Estas lagunas en la información exigible podrían ser el detonante para que, al igual que acaba de ocurrir en Canadá, un juez se ponga firme la toga y sancione los trapicheos de las multinacionales para ganar más con menos materia prima, además de la negligencia y la falta de autoridad de las administraciones competentes, y, para más jolgorio, estime lo de “daños morales” y hasta los “daños colaterales”.

Reza una de las leyendas en los paquetes que «El tabaco es muy adictivo, deje de fumar». Pues sí, y gracias a los aditivos que conforman el cigarrillo, pero algo parecido ocurre con las hamburguesas MacDonald’s y los chuches para los críos. ¿Qué tienen en común estos diferentes productos? El azúcar, entre otros muchos aditivos, que, según la UE, son unos 600 (amonio, piridina, acetatos, etc). Vamos, que de hoja del tabaco, un 3% y el resto, de relleno.

¿Por qué esta falta de control? Pues cabría pensar que, en el fondo, a los gobiernos les vienen bien los ingresos tributarios, a pesar del elevado gasto sanitario que se deriva de las consecuencias del tabaquismo en la salud.