BERTA GARCIA
CONSUMO

Cazar clientes

L as compañías eléctricas se llevan la palma en cuanto a la opacidad de sus informaciones a los usuarios, tanto en las prácticas comerciales como en los contratos, así que vaya paradoja con lo de suministrar “luz”.

La última travesura de estos “consentidos” viene al hilo del cambio de los contadores y la facturación por horas. Han lanzado toda una legión de comercializadores puerta a puerta a la caza del cliente con métodos bastante agresivos. Estas campañas no son novedosas, porque llevamos años con la tabarra, pero si afinamos el olfato, vemos las ganas por descabalgar a los usuarios que aún siguen con la tarifa PVPC (antigua TUR). O sea, la baratita y con precios que aprueba el Gobierno español, aunque viendo la cantidad de hogares que sufren de pobreza energética, lo de barata es un decir.

Así las cosas, vean cómo los usuarios responden con campañas simpáticas: «Bando ciudadano. Se hace saber: Vecinos y vecinas vienen denunciando abusos y engaños cometidos por los comerciales de las compañías eléctricas y de gas, resultando en facturas excesivas y cobros indebidos.

Por ello, advertimos: ¡Cuidado! Vienen a las casas prometiendo grandes descuentos y/o vendiendo tarifas planas. Estos descuentos no son reales. Aprovechan nuestra confianza y desconocimiento para incluir en el nuevo contrato servicios y mantenimientos que no se necesitan. Suben el término fijo (potencia contratada) a gente que no lo necesita.

Por ello, recomendamos que desconfíe de las ofertas, no les muestre su factura y contrate con comercializadoras alternativas con tarifas transparentes.

¿Quiere ahorrar en su factura? Contrate una tarifa con Discriminación Horaria. Durante 14 horas al día, el precio es del 50%. Se llama tarifa 2.0 DHA. Pídala. Y compruebe si puede solicitar el Bono Social (familias numerosas, pensionistas, parados y contratos de menos de 3 kW de potencia)».