BERTA GARCIA
CONSUMO

Universo virtual

Curiosidades aparte, Internet tiene su día anual. Como si de un ser necesitado de protección se tratara, las instituciones públicas –en vista de su vulnerabilidad– así lo han decidido, cuando la realidad es la contraria, pues los necesitados de mayor protección somos los usuarios.

Sin duda Internet es un invento notable de la historia, superando en número de adeptos y adictos a todas las religiones juntas. Esta tecnología no solo ha modificado los hábitos de las sociedades en el mundo, sino también la forma de ver e interpretarlo. Internet es mucho más de lo que podemos imaginar porque, además de sus virtudes, también tiene sus “pecados”, aunque bien escondidos para la gran mayoría. De eso se trata, de que solo unos poquitos iniciados se hagan con la gallina de los huevos de oro y el resto la alimentemos con nuestros datos.

Hay múltiples agentes que tienen acceso a toda la información que se genera: desarrolladores, propietarios y tiendas de aplicaciones, fabricantes de sistemas operativos y de dispositivos y otras terceras partes que pueden intervenir en la recogida y el tratamiento de datos personales, como proveedores de análisis y publicitarios. En el caso concreto de las aplicaciones, al descargarlas se nos pide autorización y acceso a determinados datos para poder utilizarlas, información que en muchos casos excede de los datos que necesitaría esa aplicación en virtud del servicio que ofrece.

De momento, aunque nos quede recorrido, es bueno que aceptemos las recomendaciones que nos proporcionan las asociaciones de internautas para navegar un poco más seguros: Navegar de manera anónima (protocolo https, red TOR, VPN –Red Privada Virtual–); encriptar el terminal o el contenido del mismo (contactos, fotos...); descargar aplicaciones de mensajería instantánea que encripten nuestros mensajes; limpieza periódica (borrar archivos basura, memoria caché, historial...); no guardar contraseñas, cambiarlas periódicamente; y, además, usar el GPS solo en caso necesario, manteniéndolo apagado el resto del tiempo.