TERESA MOLERES
SORBURUA

Fruta del tiempo

Melocotones, paraguayos, briñones y nectarinas son frutas del tiempo y se dividen en dos grupos en función de su textura: unas con piel aterciopelada y otras lisa. También se suelen distinguir por tener la carne amarilla o blanca, pero todas proceden de la misma especie, Prunus persica. La poda es esencial en el cultivo de estos frutales. Se realiza cada tres años entre octubre y noviembre, cuando la savia vuelve a bajar. El objetivo es equilibrar las ramas principales, manteniendo bien ramificada la parte inferior. Cuando se desea conseguir formas más elaboradas, por ejemplo, a modo de espaldera o vaso, la poda hay que realizarla anualmente y en primavera.

En verano, la poda de fructificación debe hacerse después de quitar las hojas para que los frutos se beneficien al máximo de la luz y la claridad y se ventilen. Si las ramas están demasiado cargadas de frutos hay que proceder a la operación denominada «aclareo». En este caso, se conservan solamente dos o tres unidades en las ramas pequeñas,

Las flores que salen entre febrero y marzo duran 20 días. Una vez abiertas son preciosas pero frágiles. El frío las castiga: a partir de menos dos grados se pueden ver los daños y a menos cinco grados se destruyen totalmente. Son ejemplares que necesitan agua abundante durante la maduración, por lo que la solución ideal en este caso es el riego por goteo.

En el momento de recoger la fruta hay que recordar que cuanto más tiempo esté en el árbol, más le dará el sol y resultará más azucarada y compacta. Por este motivo, es conveniente suprimir las hojas que tapan la fruta; luego sujetarla en la palma de la mano y darle un ligero movimiento de rotación para soltarla. Se pueden conservar dos o tres semanas a una temperatura constante de uno a seis grados.

Les afecta especialmente el cloque, una enfermedad criptogámica benigna que se debe prevenir. Sí se observan manchas decoloradas algo rosadas en algunas zonas de las hojas jóvenes, que se ensanchan y engrosan, se deben tomar medidas: primero hay que suprimir los brotes afectados y quemarlos, luego tratar el frutal con caldo bordelés cuado las hojas caen y posteriormete cuando los botones florales engrosan.