BMW ha puesto a la venta este verano una nueva versión de su vehículo eléctrico i3 que incrementa su autonomía desde los 190 kilómetros actuales hasta los 300, gracias a una batería de mayor capacidad. Su precio parte desde los 36.700 euros (sin ayudas públicas), mientras el precio de la versión de 190 kilómetros de autonomía se mantiene en 35.500 euros.

El i3 es un vehículo diseñado de forma específica para ser propulsado eléctricamente. Dispone de una carrocería monovolumen de 3,99 metros de longitud, cinco puertas y cuatro plazas.

Desde que se comercializó la primera versión, hace ahora tres años, solo estaba disponible con una batería de 60 Ah, aunque este verano BMW ha decidido ofrecer un nuevo acumulador de iones de litio de mayor densidad energética que ofrece una potencia de 94 Ah y una capacidad de carga de 33 KWh (frente a los 22 KWh de la primera versión). Ello permite incrementar la autonomía del coche en un 50%, al pasar de los 190 kilómetros actuales a los 300, según el ciclo (NEDC) europeo.

Pero una cosa es la autonomía registrada en las pruebas de homologación y otra muy diferente la autonomía real, la que obtenemos en un uso habitual del vehículo. Así, conduciendo el nuevo i3 en condiciones meteorológicas adversas y empleando el aire acondicionado o la calefacción, la autonomía puede quedarse en unos 200 kilómetros. Además, la batería de 94 Ah es 50 kilogramos más pesada que la de 60 Ah, por lo que sus prestaciones son ligeramente inferiores.

Independientemente de la batería, todos los i3 tienen el mismo motor eléctrico de 125 kW (170 CV) y un par máximo de 250 Nm.

BMW también ofrecerá, como hasta ahora, la versión Range Extender (REX), que monta un pequeño motor de gasolina de dos cilindros que funciona como un generador (no mueve las ruedas) y que permite incrementar la autonomía en 150 kilómetros adicionales. Su precio, eso sí, asciende a 39.900 euros en la versión de 60 Ah y a 41.200 en la de 94 Ah, si bien ello supone una sustancial ganancia en versatilidad, ya que permite salir de viaje sin estar limitado a la autonomía eléctrica.

El motor eléctrico no produce ningún tipo de vibración, es muy silencioso y entrega la fuerza sin apenas demora desde el instante en que se pisa el acelerador. Gana velocidad con mucha rapidez (puede acelerar de cero a cien en 7,3 segundos), aunque siempre a costa de sacrificar varios kilómetros de autonomía (al igual que ocurre en un motor de combustión).

El tiempo de carga de la batería depende del sistema utilizado. Según BMW, con el acumulador de 33 kWh (94 Ah) hacen falta 9 horas y 30 minutos para cargar la batería al 80% (partiendo de 0%) en una toma de 2,8 kW y 12 A (dos horas más que en la versión de 60 Ah). Por unos 700 euros, más otros 700 de la instalación, BMW vende el Wallbox, un sistema más rápido que permite cargar el 80% de la batería en unas 2 horas y 45 minutos.

Diseño y equipamiento. Al margen de la cuestión eléctrica, el i3 destaca por el diseño futurista de su carrocería y del habitáculo, aunque si algo llama la atención es el sistema de apertura de las puertas: las traseras se abren en sentido contrario a las delanteras y, para hacerlo, es necesario que se abra la de delante. Es un sistema peculiar pero no único, ya que el Opel Meriva monta uno similar.

El equipamiento de serie del i3 incluye climatizador, sensores traseros de ayuda al aparcamiento, control de presión de neumáticos, control de estabilidad, navegador, entrada para dispositivos USB y llantas de aleación. En opción hay elementos como faros de led, asientos con calefacción, alerta por cambio involuntario de carril, cámara de visión trasera, pintura metalizada o acceso y arranque sin llave.

Como en muchos vehículos eléctricos, BMW ha desarrollado aplicaciones para controlar el estado del coche desde el teléfono o la tableta.

El nuevo BMW i3 94 Ah no sustituye al i3 que lleva en venta desde 2013 y que desde mayo de 2015 BMW denomina «i3 60 Ah», sino que ambos coexistirán hasta junio de 2017.

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