El viejo Hollywood se resiste a desaparecer, y algunas de sus estrellas de antaño se niegan a ser olvidadas, a pesar de que la industria haya cambiado mucho desde que dejaron de trabajar en ella de forma habitual. Uno de esos supervivientes que quiere demostrar que sigue en activo es Warren Beatty, que llevaba quince años retirado de la interpretación y dieciocho de la dirección. Desde siempre había acariciado el sueño de encarnar a Howard Hughes, pero no encontró un guion que le convenciera de entre cuantos ilustraban de una u otra manera la vida del excéntrico magnate de Hollywood. Por fin se ha decidido a trasladar a la pantalla el escrito por Bo Goldman, que ya se acercó al tema previamente en la película de Jonathan Demme “Melvin y Howard” (1980). El estreno de “Rules Don’t Apply” está previsto para finales de noviembre, porque Warren Beatty quiere que su película de regreso entre en la carrera por los Oscar, reverdeciendo sus éxitos del pasado o cobrándose así alguna deuda pendiente que piense que la Academia pudiera tener con él.

Warren Beatty cumplirá dentro de apenas seis meses los 80 años, y puede que su momento haya pasado. Y es que, además de dirigir, se empeña en seguir ejerciendo de galán a la antigua usanza, lo que tiene muy difícil con todas las ocasiones en las que ha tenido que pasar por el quirófano para retocar su rostro y mantenerlo terso, aunque a duras penas fotogénico. No dudo en que mantenga intacta su capacidad para hacer cine, pero cuesta creer que delante de la cámara pueda con según que papeles. Existe la sensación de que ha apurado demasiado los plazos para ver cumplido su sueño de encarnar en la pantalla a Howard Hughes. Ha rodado la película con 79 años, demasiados para representar a un personaje de sobra conocido en las diferentes etapas de su biografía. La acción de “Rules Don’t Apply” transcurre en el año 1958, cuando el magnate tenía exactamente 53 años, lo que supone una diferencia de casi treinta años, que ni el maquillaje ni los efectos digitales van a disimular, y menos en una producción tan modesta.

El hecho de que la película solo haya costado 27 millones de dólares evidencia que Warren Beatty estaba ya desesperado por hacerla, con o sin un presupuesto suficiente. Es poco dinero para una película de época, si bien cuenta con Caleb Deschanel como director de fotografía, que está más que acostumbrado a captar la luz angelina en películas de ambiente retro. Lo que no se le puede negar al señor Beatty es su poder de convocatoria, pues ha conseguido reunir un reparto multiestelar como pocos, gracias a que muchos de los actores y actrices han renunciado a su sueldo habitual. El propio Warren Beatty encabeza un cartel que completan Lily Collins, Alden Ehrenreich, Annette Bening, Matthew Broderick, Alec Baldwin, Candice Bergen, Steve Coogan, Oliver Platt, Martin Sheen, Haley Bennett, Taissa Farmiga, Dabney Coleman y Paul Sorvino.

La pareja romántica de la película la integran los más jóvenes Lily Collins y Alden Ehrenreich, sustituyendo a los anteriormente previstos Felicity Jones y Andrew Garfield. Por los avances que se pueden ver en la red parece que “Rules Don’t Apply” ha salido ganando con el cambio, porque hay verdadera química entre ambos. Los dos personajes pertenecen a familias muy religiosas, ella baptista y él metodista, hasta que llegan a la ciudad de los sueños y todo empieza a cambiar. El chico trabaja como chófer para Howard Hughes, mientras que la chica aspira a ser actriz en Hollywood. Como quiera que le liga un contrato con el magnate no le está permitido intimar con su amado, debido a que una de las reglas impuestas por el excéntrico millonario es que sus empleados no se relacionen entre sí, ni dentro ni fuera del trabajo. Dicha imposición debía de responder a la fama de mujeriego que arrastraba Hughes.