MIKEL INSAUSTI
CINE

«Baywatch»

Los vigilantes de la playa” fue una serie de televisión que ha quedado asociada a la década de los 90, aunque empezó a emitirse en 1989 y terminó en 2001. Se supone que debería estar completamente olvidada, a juzgar por las pésimas críticas que solía tener, pero no ha sido así. Su popularidad, lejos de ir a menos, ha ido creciendo y creciendo, hasta el punto de provocar la tardía versión cinematográfica que nos ocupa. Para explicar el fenómeno seguramente habría que reconocer &discReturn;el repunte de una iconografía sexista en un momento de clara involución social en cuanto a usos y costumbres, de lo contrario no se entiende el regreso de estas chicas en sus bañadores rojos, concebidas como figuras decorativas lideradas por el jefe de la manada o macho alfa. Me encantaría hacer un mal pronóstico para el paso a la pantalla grande de los y las socorristas de la tele, pero mucho me temo que va a cosechar un gran éxito internacional entre un público mayoritario que confunde la nostalgia catódica con lo que en el fondo es una actitud retrógrada.

El producto televisivo fue una creación de Douglas Schwartz, Michael Berk y el socorrista Gregory J. Bonann, quien decidió llevar a la ficción su experiencia en el salvamento de bañistas en apuros. Pero los guiones de los capítulos no se limitaban, ni mucho menos, a mostrar el trabajo diario de cualquier socorrista. Se introducían tramas delictivas o catastróficas, y al final los famosos vigilantes acababan haciendo el trabajo de la policía, bomberos y servicios médicos, incluida la ayuda psicológica. Servían para todo, y hasta les quedaba tiempo para ligar, porque en las playas californianas de Santa Mónica se ligaba cantidad. Y en cuanto a prototipos sexuales, aunque ahora cueste aceptarlo, David Hasselhoff representaba al tío perfecto, lo que le costó asimilar en su vida privada, bastante alejada de tan falso ideal. A su lado Pamela Anderson era la rubia explosiva, y a la sazón modelo de muñeca hinchable o expresión cosificada de la mujer en cuanto a su apariencia física más hiperbólica.

Ni qué decir tiene que Pamela Anderson y David Hasselhoff tienen sendos cameos en “Baywatch”, para así ceder simbólicamente el testigo al nuevo equipo de vigilantes, siendo sustituidos en los roles principales por Kelly Rohrbach y Dwayne Johnson. Los otros reemplazos son Zac Efron por David Charvet, Alexandra Daddario por Nicole Eggert, Ilfenesh Hadera por Alexandra Paul y la india Priyanka Chopra por Yasmine Bleeth. La actriz de Bollywood ya se había dado a conocer en Occidente con la serie televisiva “Quantico”, y es un poco la estrella invitada junto a la cantante mexicana Belinda. No todo es una mera exhibición de cuerpos bronceados en la película, ya que los personajes humorísticos recaen en Jon Bass, que es el vigilante gracioso, y en el afroamericano Hannibal Buress.

El tono de “Baywatch” es abiertamente paródico y en lo genérico quiere ser una comedia de acción espectacular, a lo que contribuye en sobremanera el protagonismo de Dwayne Johnson, que forma la consabida pareja de “buddy movie” con Zac Efron como antagonista, sobre la base de la dualidad veterano-novato. Otra pista de por dónde van los tiros la da la elección como director de Seth Gordon, que se ha especializado a raíz del éxito de “Cómo acabar con tu jefe” (2011) en sátiras de la vida moderna. Es por lo tanto el encargado de actualizar contenidos, haciendo chistes sobre los viejos roles sexistas de la serie original, y exagerando lo indecible las carreras sobre la arena en cámara lenta de los chicos y chicas en bañador rojo, puesto que en Internet abundan los memes y demás caricaturas de un tipo de imagen que se ha convertido en una marca de estilo noventero. Ya solo por eso el estreno el 12 de mayo se espera multitudinario, tanto como para que se convierta en una futura franquicia cinematográfica, con lo que a Dwayne Johnson se le acumula el trabajo fijo.