BERTA GARCIA
CONSUMO

Impuesto de plusvalía

Van ya unas cuantas sentencias que afectan directamente al ámbito recaudatorio de las administraciones públicas, en este caso con un fallo del Tribunal Constitucional que alude a la Hacienda de Gipuzkoa pero que previsiblemente se hará extensible al resto de haciendas, tanto forales como estatales.

En relación al impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU), más conocido como el impuesto de plusvalía municipal, el tribunal encargado de dirimir la constitucionalidad de leyes y normas ha concluido que «los contribuyentes que hayan vendido un inmueble urbano sin obtener un beneficio con respecto al precio original de compra, podrán recuperar lo pagado por este tributo».

Los Ayuntamientos exigen el pago de este impuesto en función del valor catastral del suelo en el momento de la transmisión, exista o no un incremento del valor real desde que se adquirió. Se trata de un impuesto que se viene pagando aún en tiempos de crisis, en contextos en los que en muchos casos se termina por malvender los inmuebles. Un contexto económico que pasa por alto la administración, que mantiene el «usted paga sí o sí, porque así son las normas».

En este caso, la decisión del Alto Tribunal tiene su origen en Irun, cuando el municipio reclamó 17.899 euros a una empresa que había comprado un inmueble por 3,1 millones de euros y lo vendió por 600.000 euros.

La sentencia no declara inconstitucional el impuesto en su totalidad, sino únicamente los artículos forales que «someten a tributación situaciones inexpresivas de capacidad económica, impidiendo a los sujetos pasivos que puedan acreditar esta circunstancia». Con todo, la decisión, adoptada por unanimidad, marca un hito en estas reclamaciones de vendedores a la baja, y aunque el fallo se refiere en concreto a la Norma Foral de Gipuzkoa, es de suponer que el Constitucional dictaminará en el mismo sentido sobre la Ley de Haciendas Locales, dado que ambas normas tienen la misma redacción. Ahora a las haciendas les tocará rectificar y devolver lo recaudado, de igual modo en que los impuestos locales deberán ser diseñados de nuevo.