Los grupos más proclives a sufrir algún accidente casero suelen ser los más pequeños de la casa y las personas mayores. Hay puntos de riesgo que hacen necesario extremar la seguridad para minimizar las “oportunidades de siniestro”. Vamos a iniciar un recordatorio con el caso concreto de las instalaciones de gas:

Inspección de las instalaciones de gas butano: Es obligatorio realizarla cada cinco años. El titular necesita solicitar a una empresa instaladora la revisión reglamentaria. Se puede pedir información a un gremio de instaladores y, como los precios son libres, comparar las ofertas pactando el medio de pago que más convenga. Las empresas que se dedican a este tipo de instalaciones y mantenimiento deben estar autorizadas

Al pasar la revisión, la empresa pegará un adhesivo que acredite la fecha y sirva de recordatorio para la próxima. También entregará un certificado de revisión al propietario.

Es importante saber que el tubo flexible solo se debe cambiar cuando caduca y el regulador cuando se haya estropeado, ya que no tiene caducidad. Las estufas de butano o las cocinas móviles conectadas a una sola bombona no necesitan pasar la revisión periódica, pero el usuario es responsable del buen estado y del correcto funcionamiento de la instalación. 

Inspección y/o revisión de las instalaciones de gas: En la CAV el Decreto 125 del año 2016 fija una inspección obligatoria cada cinco años a las instalaciones receptoras del gas (comunidades de vecinos, etc). La empresa distribuidora está obligada a hacer la inspección periódica de las instalaciones de gas natural y aparatos de gas en servicio de sus abonados. Pero en el caso de revisiones o mantenimiento de los usuarios individuales, el control solo puede realizarlo la empresa instaladora de gas habilitada que se elija o los servicios técnicos de la suministradora.

Estas revisiones, tanto si las hace la empresa suministradora como la elegida por el usuario, se cobran únicamente en la factura de suministro. No pueden pedir nunca dinero en efectivo.