BERTA GARCIA
CONSUMO

Puntos limpios

Los denominados “puntos limpios” son instalaciones preparadas para depositar, por parte de los particulares, aquellos residuos domésticos que no deben tirarse en los contenedores habituales instalados en las vías públicas. En todas las ciudades existen y, sin duda, son una pieza clave para la recogida selectiva de residuos, como los de aparatos eléctricos y electrónicos, entre otros.

Asimismo, hay otros muchos residuos que, al ser considerados peligrosos por su alta toxicidad y contaminación medioambiental, tampoco deben depositarse en los contenedores domésticos. Es el caso de los fármacos y sus envases, por ejemplo, y que cuentan con los llamados puntos “Sigre” colocados en las farmacias.

En cuanto a los sobrantes de líquidos para vehículos (anticongelantes, aceites, etc.) se va extendiendo el servicio que los talleres de reparación de coches ofrecen a sus clientes y se prestan a recogerlos, al igual que los comercios de electricidad se hacen cargo, por lo general, de la recogida de bombillas y lámparas en desuso.

Otros residuos muy abundantes, y con difícil ubicación, son los de productos químicos que se usan para la limpieza o pintura en el hogar. En nuestras sociedades tan “relimpias” se desechan anualmente toneladas de aerosoles, estropajos de aluminio, recipientes de plástico o metal... parte de un largo listado que se debe evitar verter en los contenedores a toda costa.

En este sentido, cada vez hay más municipios en nuestro entorno cuyos ayuntamientos ofrecen un servicio especial semanal con punto de recogida de todos esos residuos que no hay que depositar en los contenedores tradicionales de colores amarillo, verde y azul. Se puede obtener información al respecto llamando telefónicamente a nuestro consistorio o consultando su página web.

No obstante, parte de la solución la tenemos los propios consumidores cuando compramos, ya que existen sustitutivos más naturales, por ejemplo, en el caso de los productos de limpieza. Valgan unas recomendaciones sencillas: el típico y barato bicarbonato para limpiar encimeras; en lugar de ambientadores químicos, basta una mezcla de cáscara de naranja con bicarbonato en las habitaciones; o limpiar las tuberías del baño y cocina o los filtros de la lavadora o el lavavajillas con el humilde vinagre.