IBAI GANDIAGA PÉREZ DE ALBENIZ
ARQUITECTURA

Subvertir el orden natural de las cosas

En 1968 una locura recorrió Europa. Hubo quien quiso ver esa fecha como una repetición de la revolución de 1848 y la de 1871. Si la última la voluntad de romper con el pasado vino acicateada por la guerra franco-prusiana, en el 68 fueron las protestas contra la guerra de Vietnam las que encendieron la chispa. La Modernidad, entendida como el relato lineal de un mundo en positivo, se acabaría aquel año, dando paso a una nueva vuelta de tuerca en lo social, cultural y político.

Una de las múltiples representaciones artísticas surgidas al albur de ese nuevo aire del 68 fue el italiano arte povera o “arte pobre”. Circunscrito al ámbito del Piamonte, en concreto a la ciudad de Turín, el movimiento surge como una contestación al arte anterior, y reniega de las técnicas y materiales tradicionales, para utilizar elementos “pobres” como la tierra, la madera, la piedra, la grasa, los desechos… Un bello ejemplo de esto lo encontramos en los iglús de piedra creados por el artista Mario Merz, que colocaba grandes lajas de piedra apoyadas sobre una estructura semiesférica de tubos de hierro, queriendo recordar el refugio primitivo del ser humano.

El crítico de arquitectura Valerio Paolo Mosco, en sus trabajos sobre la historia de la arquitectura contemporánea italiana, ve similitudes entre la obra del estudio Elasticospa y el arte povera. En ambos casos, la expresión artística –escultura y arquitectura– se vuelca sobre el uso de materiales crudos, como el hormigón visto, el acero galvanizado o la piedra vista. En el caso de la casa “Stoned”, en San Quirino, el estudio capitaneado por Stefano Pujatti ha buscado subvertir el orden de los elementos, haciéndonos creer que la piedra era más ligera que el vidrio.

El estudio ha finalizado la rehabilitación de dos caserones en el centro histórico de la pequeña localidad de San Quirino, en el área veneciana. El núcleo del pueblo, envuelto en un proceso de rehabilitación de zonas rurales de la región de Friuli Venecia Julia, ha visto el derribo, rehabilitación y recuperación de muchas de sus viviendas. En ese ir y venir de excavadoras, el estudio Elasticospa ha tenido a bien tomarse un tiempo para pensar en cómo se construye y qué se quiere decir. El conjunto de dos casas, llamado “Stoned” (empedrado, en inglés) consiste en la rehabilitación de un caserón y la reconstrucción de un granero. El punto de partida de los italianos fue la reinterpretación del uso vernáculo del muro de carga de piedra, en una región que sufre la constante presencia de los terremotos.

Una original reinterpretación. El primer edificio se reforma para convertirse en una residencia unifamiliar y mantiene una serie de señas de identidad como el muro de piedra, un arco empotrado en el muro, y el esquema básico de huecos. En el segundo, el granero reconvertido en casa de huéspedes se reconstruye casi por completo debido al mal estado de la estructura.

Ahí viene lo interesante de este ejemplo; en la primera casa se ha usado lo que había, unos muros de piedra en buen estado, para reconstruir con un lenguaje, más o menos, moderno. En la segunda casa, la situación del edificio hacía imposible mantener sus forjados y muros, y se ha tenido que realizar en base al código urbanístico existente. Este código obliga&discReturn;ba a mantener el uso de piedra en la fachada, a realizar una cubierta a dos aguas de teja curva tradicional…condiciones habituales en zonas rurales.

Lo interesante parte, por un lado, de la reinterpretación llevada para ajustar el presupuesto, y por otro, de expresar un uso moderno de los materiales, en la manera en la que se disponen: ¿La fachada necesita piedra natural vista? Coloquemos la piedra de la manera más antinatural que existe: colgada.

De esa manera, el edificio crea un visillo de piedra caliza natural, cumpliendo con el código y creando un precioso juego de transparencias dentro (de día) y fuera (de noche). El uso de los materiales es pobre, como si de una obra de Mario Merz se tratara, porque se colocan a buena vista y parten de materiales básicos (no hay, por ejemplo, escayolas o fibras de vidrio). El acero de la estructura aparece simplemente galvanizado, el modo más barato de protección contra la oxidación, como si de una farola de autopista se tratara. Todo aparece sencillo, modesto en apariencia pero exquisito en detalles y acabados. Porque no hay que engañarse: cualquier cosa que parezca sencilla, si está ordenada y pulcra, tiene detrás mucho trabajo de diseño y ejecución. En arquitectura, cuanto mayor complejidad, más fácil es construir, y al contrario.