Concebido como una declaración artística, espiritual y autobiográfica, el compositor Jamire Williams aplica la práctica del collage sonoro a sus composiciones de jazz moderno, a la producción de ritmos, así como a su estilo de batería –singularmente impresionista–, creando un álbum tan parecido a la pintura minimalista como a la banda sonora de una película sobre arte o a una mixtape clásica de hip-hop. Un «trabajo autorreflexivo, casi testimonial» que recorre un amplio espectro de estilos y es la culminación del viaje musical de los últimos cinco años hacia los confines de su propio sonido. Es el álbum que siempre quiso hacer.

Para ello, recurre a su fe, a los amigos y a la familia que lo han formado, trabajando con colaboradores de su entorno de forma libre y espontánea. La sensibilidad musical, comunitaria y espiritual compartida da al álbum un sentido de unidad. «Es una obra completa, Fluye a la perfección y está pensada para que la sigas escuchando hasta que entiendas realmente todos los mensajes, oraciones y gritos», explica Jamire.

A lo largo de doce temas polifacéticos, reúne a artistas de su ciudad natal, Houston –los vocalistas Corey King, Lisa E. Harris, Fat Tony, Jawwaad Taylor–, a los amigos que hizo durante varios años viviendo en Los Ángeles –Sam Gendel, Zeroh, Mic Holden, Josh Johnson, Carlos Niño– y a otros compañeros que le han acompañado en su viaje sonoro –Chassol, Svet, Kenneth Whalum–.

“But Only After You Have Suffered” construye su propio mundo a partir de la atracción entre la herencia jazzística de Jamire –once años como batería en Nueva York grabando con músicos de renombre mundial como Jason Moran, Christian Scott y Dr. Lonnie Smith– y el art-pop experimental y narrativo de su trabajo más reciente con Solange, Moses Sumney y Blood Orange. Sus orígenes también pueden rastrearse en su álbum de percusión en solitario de 2016, “Effectual”, un punto de inflexión para Jamire, que desde entonces se ha embarcado en el proceso de desnudar y desglosar su identidad musical, creando un nuevo sonido a partir de los fragmentos que más hablan de su experiencia como músico y persona.

Arraigado en su fe, abre el álbum con “Hands Up”, un himno devocional contra la cruda realidad del mundo moderno que suena como una transmisión apocalíptica de “To Pimp A Butterfly” de Kendrick Lamar a través de “Gimme Shelter” de Merry Clayton. Ya sea en la entusiasta y espiritual “Just Hold On” o en los fluidos versos de Fat Tony en “Safe Travels”, la música existe en la tensión entre las clases superiores y las realidades sociales, lo que Jamire llama la «dualidad de una cosa personal y lo que estoy viendo en mi comunidad, en la comunidad negra, como hombre negro».

Alcanza su clímax en “Pause In His Presence”, que cuenta con una escalofriante interpretación operística de Lisa E. Harris, grabada en una sola toma a partir de una única conversación y una visión compartida entre los dos artistas. «Cada vez que escucho esa canción, lloro. Es tan real», dice Jamire.

CD AIPAGARRIA

Jon Hopkins

“Music For Psychedelic Therapy” • Domino, 2021 • Electrónica

“Music for Psychedelic Therapy” es el primer álbum completo de Hopkins desde sus discos “Singularity” e “Immunity”. En este, Hopkins circula en una dirección opuesta a la de sus anteriores trabajos, algo introspectivo, hecho con total y cruda honestidad. Es un disco que traza un nuevo camino en su carrera desde el punto de vista sonoro y filosófico. Envolviendo los viajes de Jon a través de los espectros geográficos y cosmológicos, el álbum es un viaje inimitable y omnipresente en sí mismo. Una experiencia auditiva gratificante y personal. “Sit Around The Fire”, la canción que cierra el disco, es una colaboración única entre Hopkins, el productor East Forest y el legendario gurú Ram Dass, cuyo icónico libro “Be Here Now” –se celebra su 50º aniversario este año– fue un fenómeno del momento dedicado a la espiritualidad y a la meditación, dos facetas a las cuales Hopkins pliega su música.