Jone Buruzko
IRUDITAN

Reflejo de primavera bajo el cielo de Berlín

(John Macdougall AFP)

No es un error, la fotografía es así y está en su sitio, aunque parezca que está del revés emulando a esas ocasiones en las que las equivocaciones se alían con la mala suerte y las imágenes, como tantas otras cosas, se tuercen.

Visto así, uno de los monumentos más famosos de Berlín parece suspendido en el aire, aunque lo desmienta esa silueta humana que se refleja en un charco junto a la histórica Columna de la Victoria, que en alemán se llama Siegessäule. Con sus 67 metros de altura -que se pueden subir a través de una escalera de caracol ubicada en su interior con 285 escalones-, la obra conmemora el triunfo germano no en una guerra sino en tres. Esta columna es uno de los monumentos más vistos de la capital alemana, entre otras cosas porque se encuentra en pleno centro y en la calle. La estatua dorada que la corona es de bronce, supera los 8 metros y ha aparecido en películas, vídeos, series e incontables fotos.

La figura humana corresponde a un trabajador dedicado a instalar nuevos semáforos. En algunas zonas se mantienen los semáforos que sobrevivieron a la RDA, otro de los símbolos de la ciudad, plasmado en camisetas y demás. Se espera que el nuevo sistema de tráfico facilite el flujo de bicicletas en esta rotonda, una de las principales de Berlín.