El año 2024 se ha caracterizado en el ámbito rural vasco por las intensas movilizaciones de los agricultores y el varapalo judicial sufrido por la Denominación de Origen Protegida “Arabako Mahastiak-Viñedos de Álava”.

Las movilizaciones que ya venían realizando los agricultores en Ipar Euskal Herria tuvieron su eco en los territorios del sur a partir del 6 de febrero, con los tractores bloqueando en repetidas ocasiones especialmente ciudades como Gasteiz e Iruñea, siguiendo sobre todo el llamamiento de nuevas organizaciones surgidas al calor de estas protestas.

Sus principales reivindicaciones consistían en un mayor control a los productos importados, prioridad a las producciones locales y reducciones fiscales para la producción de alimentos. Algunas de las relacionadas con el ámbito impositivo llegaron a ser atendidas por el Gobierno de Nafarroa y el de Lakua.

En ese marco de protestas, el 7 de marzo tuvo lugar un intento de asalto del Parlamento de Nafarroa por parte de agricultores que fue impedido por la Policía Foral. Se saldó con 19 identificados, de los que siete fueron citados a declarar en comisaría.

RECHAZO A «ARABAKO MAHASTIAK»

Unos meses más tarde, lo que se registró fue un varapalo judicial para parte del sector vitivinícola vasco. El 7 de noviembre se conocía que el TSJPV había fallado en contra de la creación de la Denominación de Origen Protegida “Arabako Mahastiak-Viñedos de Álava” al atender el recurso presentado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja.

La Asociación de Bodegueros de Rioja Alavesa (Abra) anunció recurso a esa sentencia, mientras que el Gobierno de Lakua confirmó que no iba a hacerlo al considerar que «es difícil de acreditar el interés casacional objetivo y la conveniencia de un pronunciamiento del Supremo».

Mientras, las 80 bodegas de Abra comercializan sus vinos bajo la marca colectiva “A” para identificar los caldos elaborados en Araba, como un acto «de supervivencia» ante la situación «crítica» del sector.