Arnaitz GORRITI
Laboral Kutxa Baskonia

El Baskonia se elimina a sí mismo

Entre sus propios nervios y un muy buen Unicaja, los gasteiztarras desprovecharon la derrota de Anadolu Efes y se caen de la Euroliga.

UNICAJA 93

LABORAL KUTXA 84


Se acabó la Euroliga para Laboral Kutxa Baskonia. Se miró con lupa lo que acaecía en Estambul, pero al final los errores del propio Baskonia y un buen Unicaja condenaron al cuadro gasteiztarra. «Nuestro mayor problema somos nosotros mimos. Por eso tengo fe», declararía Ibon Navarro en la breve entrevista del descanso a la televisión de la Euroliga. Tenía razón el gasteiztarra, pero tener razón no le bastó para corregir a los suyos, sobre todo porque carecieron de la defensa que el envite exigía.

Y eso que el partido de Málaga iba a servir de algo, afortunadamente. Fenerbahçe le echó una mano a Laboral Kutxa Baskonia con su victoria por 83-72 ante un Anadolu Efes que esta vez no pudo tirar de heroica. Los de Zeljko Obradovic dominaron todo el partido, pero Anadolu Efes, con cinco jugadores sumando 10 puntos o más, jamás se dio por vencido, y llegó a adelantarse 59-61 al inicio del último cuarto. Más aún, la camisa no les llegaba al cuerpo a los gasteiztarras al ver que el derbi otomano iba empate a 65 a cinco minutos del bocinazo final.

Pero en estas, las individualidades de Fernarbahçe desempataron. Goudelock, con 24 puntos, y Bogdan Bogdanovic, con 17, lideraron un parcial de 13-3 para romper el partido. Cedi Osman hizo la última intentona de los de Ivkovic, pero cinco puntos de Goudelock certificaban que el último billete del grupo F se repartiera en Málaga.

Y en Málaga, la primera constatación era que no había mucha gente en las gradas, pero a los de Joan Plaza eso les dio igual, porque jugaron el partido demostrando que se lo habían preparado al dedillo. A pesar de no prodigarse en el tiro de tres y de que Kuzminskas se hizo daño en el tobillo en la primera mitad, martirizaron a los gasteiztarras al poste bajo, mientras que el Baskonia replicaba a tirones, logrando empatar el partido, pasando de un 28-19 a un empate a 28. No obstante, el ritmo era malagueño, aunque gracias al rebote y a los puntos de San Emeterio y Causeur aguantaba el tirón: 43-36 al descanso.

Arenas movedizas

Cuanto más se movía, más se hundía el Baskonia. Aguantó el primer golpe anotador de Unicaja, pero los de Joan Plaza apretaron en defensa; los de Ibon Navaro, no. Ryan Toolson entraba en calor y Granger daba un clínic de canastas punteadas.

La renta malagueña se fue hasta los 17 tantos, una losa muy pesada para los de Ibon Navarro, que perdían la fe. Entre San Emeterio y Causeur, el Baskonia lograba un parcial de 0-9 y se arrimaba 85-77 a menos de tres minutos. Había tiempo, pero Unicaja jugó largo, gestionando con paciencia su victoria y la eliminación de los gasteiztarras.

Ibon Navarro: «Nos agarrotamos»

«Algunos de nuestros jugadores jugaban por primera vez un partido de tanta trascendencia. Algunos de ellos nunca habían disputado un partido así». Ibon Navarro intentaba sacar la cara a sus muchachos, pero no podía evitar reconocer que estos «han estado muy agarrotados y han cometido demasiados errores, especialmente en la primera mitad». También reconocía que, fruto de esos nervios, hubo descoordinaciones entre compañeros y jugadores que hicieron un «juego distinto» al habitual.

«No nos ha acompañado el acierto, y aunque hemos controlado su rebote ofensivo, ellos no nos han permitido correr. Hemos generado las ventajas muy tarde, muy lentos, y ante la defensa montada de Unicaja era muy complicado anotar», se lamentaba.

«Cuando llegas a situaciones así pueden pasar dos cosas», añadía Navarro, tras añadir que sabían del resultado de Estambul, «que el equipo esté suelto y explote, o que se agarrote. Hay jugadores que han querido hacer un juego diferente al suyo, y nos hemos equivocado. No es un problema de falta de deseo, sino más bien de todo lo contrario», culminaba.

En otro orden de cosas, antes del partido el técnico gasteiztarra se mostraba pesimista en lo que a encontrar un sustituto de Davis Bertans «de forma inminente», se refiere.

«No sé si habrá una llegada inminente. Si llega, perfecto, pero lo veo complicado», dijo. Puso en valor, eso sí, el «trabajo» del club para sondear el mercado y tratar de encontrar «al mejor jugador posible» que supla al alero letón.A.G.