Según revelan los responsables de la serie “Super rascacielos”, uno de los motivos que les impulsó a llevar a cabo este proyecto es la evidencia de una realidad: «El precio del suelo y la superpoblación han provocado que el espacio urbano se haya convertido en un bien muy preciado. Construimos más alto y más rápido que nunca, lo que ha dado lugar a una nueva generación de rascacielos».

Teniendo presente esta perspectiva, un equipo dotado de medios técnicos de última generación ha elaborado una producción de corte documental que pretende colocar al espectador en la cima de estos titanes arquitectónicos que además de ser considerados como edificios emblemáticos, su propia condición de gigantes de cemento los coloca al límite de la ingeniería, la tecnología y el diseño.

A lo largo de cuatro episodios de una hora de duración, “Super rascacielos” repasa de forma monográfica cuatro edificios únicos en su diseño, mostrando cómo van a revolucionar la forma en la que vivimos y trabajamos. La primera entrega estará dedicada al One World Trade Center, el rascacielos de mayor tamaño del complejo del World Trade Center que reemplaza las antiguas Torres Gemelas. Con un coste cercano a 2000 millones de dólares, tiene una altura de 541 metros siendo la séptima estructura más alta del mundo.

El segundo capítulo será acaparado por el Edificio Ledenhall, el futuro icono de Londres ha sido diseñado por Richard Rogers y su estructura inclinada, en forma de cuña, hace que se le conozca como Cheesegrater.

El tercer proyecto corresponde a la Torre Central de Shangai, nueve edificios cilíndricos apilados unos sobre otros cuya capa exterior gira a medida que asciende y alberga nueve jardines interiores en sus diferentes niveles. El último episodio corresponde al One 57. También conocido como Carnegie 57, es un rascacielos de 75 plantas situado en el Midtown Manhattan de Nueva York. Se alza a 306 metros de altura, lo que le convierte en uno de los edificios más alto de la ciudad.