Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de Baréin, disputado a un ritmo infernal, por delante del finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) y del alemán Nico Rosberg (Mercedes) que completaron el podio.

El inglés, doble campeón del mundo, conservó el primer puesto obtenido en la ronda de clasificación y logró su tercera victoria en esta temporada, la 36ª de su carrera, mientras consolida su liderazgo en el Mundial de Fórmula Uno tras ganar un Gran Premio que aún no figuraba en su palmarés.

Por encima de los problemas internos o las amenazas del buen ritmo de carrera de los Ferrari, que se intuía durante el fin de semana, Hamilton hizo un trabajo impecable. Logró la escapada desde la salida hasta la primera parada, salió por delante de Vettel tras los talleres gracias a una maniobra en la que tuvo el apoyo de su compañero Rosberg, que aguantó la posición, y apretó los dientes después del segundo cambio de neumáticos, cuando veía como Raikkonen se les echaba encima.

«Ferrari viene a por nuestro dinero», dijo Hamilton en el podio, entrevistado por Jackie Stewart, el triple campeón del mundo escocés. El piloto de Mercedes salió de Baréin aún más líder del Mundial, con 93 puntos, 27 más que Rosberg, que al concluir declaró que intentó atrapar a su compañero pero le resultó totalmente imposible.

El alemán aseguró que tuvo problemas técnicos. «He perdido los frenos en las dos últimas vueltas y me fui recto», explicó.

Raikkonen fue el otro gran protagonista del final de la carrera, con una remontada espectacular en la que logró rebajar 23 segundos de diferencia en 15 vueltas para arrebatarle el segundo puesto a Rosberg, finalmente tercero. Este es su primer podio desde Corea a finales de 2013 cuando corría en Lotus. Y su primer podio desde Monza para Ferrari en 2009, dos años después de lograr su título mundial en 2007 con la escudería italiana. «Creo que tuvimos diferentes formas de ver la carrera. Al final fue acertado poner los neumáticos blandos, así nosotros fuimos más rápidos», argumentó el finés, autor de la vuelta rápida en el giro 42.

Mientras Raikkonen porfiaba para alcanzar a Hamilton, su compañero Vettel sufría para recuperar el cuarto puesto contra el Williams de Bottas. Al final, ninguno de los dos obtuvieron premio, aunque la carrera de «Iceman» y su acertada gestión de los neumáticos provocaron más de un susto en Mercedes, donde dijeron también haber sufrido problemas de frenos.

El australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), el francés Romain Grosjean (Lotus), el mexicano Sergio Pérez (Force India), el ruso Daniil Kvyat (Red Bull) y el brasileño Felipe Massa (Williams) completaron la zona de puntos. Y es que en el ecuador de la carrera, uno de los enfrentamientos clave fue carioca, entre el Williams de Massa y el Sauber de Felipe Nasr. Fue otra de las peleas de la carrera en la búsqueda del punto que otorgaba el décimo puesto, y que finalmente se apuntó Massa.

A las puertas de puntuar se quedó Fernando Alonso, que fue undécimo. Roberto Merhi (Manor) logró terminar su tercera carrera en esta temporada y Carlos Sainz (Toro Rosso) abandonó en la vuelta 30 por un problema en la colocación de un neumático durante un repostaje. Tras Alonso quedaron Nasr (Sauber), el alemán Nico Hülkenberg (Force India), el sueco Marcus Ericcson (Sauber), el venezolano Maldonado (Lotus), el británico Will Stevens (Manor) y su compañero Merhi, último.

Montmeló dentro de tres semanas es el punto en el que en McLaren auguran una nueva evolución para su coche. También será un nuevo acto para el duelo Mercedes-Ferrari, dominado en Baréin por la fiabilidad del líder Lewis Hamilton pese al sprint final de Raikkonen.