Y un tal Le Tissier sin vestirse...
Empate, para no variar, en un derbi malo de solemnidad, a una hora intempestiva, y que solo tuvo emoción en la recta final. En el cómputo general una Real más plantada fue algo mejor que un Athletic pobre que no pudo con uno más, ni demostró estar más necesitado.

ATHLETIC 1
REAL SOCIEDAD 1
Con el 1-1 en el luminoso de San Mamés, con el golazo de De la Bella aún en la retina de la parroquia rojiblanca, Ernesto Valverde, cuentan, preguntó si alguien podía ir a buscar al palco a un tal Matt Le Tissier, que total, no iba a extrañar los colores de la camiseta, y a ver si arreglaba aquel entuerto. Si una Real apañadita y mejor plantada sacó los coloretes a los bilbainos en la primera mitad, ya con uno menos tras un penalti y expulsión que dará que hablar en lo que queda de semana, dejó al descubierto todas las vergüenzas de un equipo que aspira a una séptima plaza europea más por deméritos de los rivales que por merecimientos propios.
Los pitos que se escucharon en algunos momentos del partido por la pobre imagen que ante un rival con diez estaban ofreciendo fue la consecuencia de la negativa dinámica de juego que los leones venían disimulando a base de resultados. Lo del resultado a estas alturas de campeonato y con cosas en juego está bien, pero la pobreza de recursos, la incapacidad para dominar al contrario en tu propio campo, la poca nitidez ofensiva... Es cierto que las ausencias se notan, que el plantel no está para echar cohetes, que las miras del equipo están en el 30 de mayo, pero algo más se les puede y debe exigir por mucho que Txingurri lo quiera disfrazar.
Cuando no hay goles, cuando no hay ocasiones, cuando el fútbol entendido como espectáculo visual brilla por su ausencia, uno espera que en un derbi, al menos, haya algo de emoción, de pasión sobre la hierba, pero lo de la primera parte de anoche fue la prueba feaciente del nivel de juego que atraviesan bilbainos y donostiarras, y que si no fuera porque los primeros todavía se juegan algo, uno pensaría que a ambos les han adelantando las vacaciones estivales. Y dentro de lo malo, los realistas ganaron a los puntos, aunque solo fuera porque se asentaron mejor sobre el campo y rondaron con mayor peligro la meta de Iraizoz. Del Athletic, pues sin apenas noticias en esos primeros cuarenta y cinco minutos, más allá de la inmejorable ocasión que tuvo Aduriz y Rulli le sacó el gol a una mano.
Muchos huecos en las gradas en un derbi a horario intempestivo, pero un derbi es eso y se espera de los contendientes una lucha sin cuartel en pos de una semana de felicidad en la que poder reirse del vecino. Salió mejor la Real desde el minuto uno, con una defensa muy adelantada y apretando la salida de balón rojiblanca, y eso se le atragantó al Athletic, que no acertaba a dar continuidad a su juego ofensivo, erraba pases –cuando no los estrellaba directamente en un compañero–, no acertaba a conectar con la gente de arriba, desacertado en las basculaciones a la hora de defender...
La única oportunidad clara para los de Ernesto Valverde la tuvo Aduriz, en una magistral contra guiada por Aketxe –ayer repitiendo en la mediapunta–, que abrió para un Balenziaga que puso en centro de su vida y el del Antiguo, en el segundo palo, cabeceaba para lucimiento de un Rulli que la sacaba a córner. Y punto. Algo más de miedo metió la Real, que lo intentó con disparos lejanos pero desviados, algún saque de esquina con peligro, y la mejor ocasión en un disparo lejano y a bote pronto de Carlos Vela que salió lamiendo el larguero con Iraizoz ya superado.
Con estas nada halagüeñas perspectivas un discutido penalti sobre Aduriz –pidieron falta previa sobre Rulli– ayudó a darle otro aire al encuentro, que se ponía en bandeja, como últimamente, para los locales, en superioridad y con todo a favor. Error. Con uno menos la Real fue mejor y sacó con el empate, en el golazo de De la Bella asistido por Pardo, las vergüenzas a los rojiblancos. Ánimos desde la grada a los de casa, algunos pitos bien nítidos, y con todavía tiempo por delante al Athletic que no le quedó otra que poner en juego a De Marcos, Viguera y Rico para poner cerco a la meta de Rulli. Los realistas se defendieron con uñas y dientes, taponando las acometidas con faldas y a lo loco de los leones, que una vez más fueron gatitos. Un disparo de Iraola, otro de Williams, algún susto de Vela, y el derbi, malo de solemnidad y solo apasionado en su recta final, que acabó en tablas, otra más, y decepción rojiblanca. Y un tal Matt Le Tissier en el palco.... sin vestirse de corto.
bertsoderbia, unibertsitatean.
Maialen Lujanbio, Sustrai Colina, Julio Soto, Jone Uria, Amets Arzallus eta Fredi Paia bertsotan, eta Andoni Egaña gai-jartzaile, oso fin aritu ziren Leioako Campusean, BertsoDerbiaren 5. ekitaldian. Futbola ulertzeko modu desberdinak islatu zituzten.
one club man award, con ustedes, «le god».
«En esta vida estamos para pasar un buen rato», dijo Matt Le Tissier en su despedida del Southampton tras 16 años. Ayer recibió el homenaje del Athletic por su fidelidad a unos colores.
homenaje a los sub´18 campeones estatales.
Los componentes de la selección de Euskadi sub´18 recibieron antes del partido el homenaje de la afición tras proclamarse la semana pasada campeones estatales.
los jugadores, con iñigo cabacas y aitor zabaleta.
Los jugadores de ambos equipos saltaron al césped portando camisetas en homenaje a Iñigo Cabacas y Aitor Zabaleta, un emotivo gesto que fue reconocido por la grada de San Mamés. Ambos conjuntos posaron con ese conjunto de «Beti gogoan».

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