Joseba ITURRIA
pau
Tour 2015

Contador quiere lograr el amarillo en París para dedicárselo a Ivan Basso

El ganador de dos Giros compareció en la rueda de prensa prevista por el madrileño para anunciar que se le ha detectado un cáncer en el testículo izquierdo. La carrera llega a Pirineos para alegría de Nairo Quintana.

Ivan Basso compareció ayer en la rueda de prensa convocada por su equipo Tinkoff en su hotel de Pau en la jornada de descanso para anunciar que abandona el Tour al detectársele un cáncer en el testículo izquierdo.

El corredor italiano explicó que sentía dolores desde hace días y acudió a un centro hospitalario para realizar unas radiografías que han determinado que tiene un tumor que le obliga a trasladarse a Italia para ser sometido a más pruebas para decidir el tratamiento al que se le va a someter. El corredor se reunió con sus compañeros y con los auxiliares para comunicarles su enfermedad y después compareció con entereza en la rueda de prensa para anunciar en primer persona la noticia.

El caso de Basso hace recordar el de Markel Irizar, al que se le detectó un cáncer de testículo en 2002 y que superó hasta el punto de que ya lleva doce temporadas como profesional. También a Lance Armstrong se le detectó un cáncer de testículos en 1996 y con posterioridad fue capaz de recuperarse y ganar los siete Tours. No han sido los únicos ciclistas ni los únicos deportistas que lo han superado.

Ivan Basso va a cumplir en noviembre 38 años, es profesional desde 1999 y en su palmarés figura la victoria final en dos Giros de Italia en 2006 y 2010, y dos podios en el Tour en 2004 y 2005. Este año había sido fichado por el Tinkoff con la intención de ayudar a Contador a lograr su doblete Giro y Tour y cumplió su objetivo en la prueba italiana. El madrileño y el manager deportivo del Tinkoff-Saxo, Steven de Jongh, trasmitieron su voluntad de dedicarle la victoria en la francesa.

«Un duro golpe»

Alberto Contador compareció «en representación de todo el equipo» para trasmitir que «ha sido un golpe duro para todos porque no podíamos pensar algo parecido. Llevaba días resintiéndose de ese dolor, pero lo que menos imaginábamos era esto. Ahora lo primero es que se analice todo para poner la solución lo más rápido posible y en nombre de todo el equipo vamos a dar el 100% para conseguir el maillot amarillo y disfrutarlo con él en París. Para mí es complicado esto porque llevamos 120 de los últimos 180 días juntos, pero estoy seguro de que nos veremos otra vez».

En la misma línea Steven de Jongh trasmitía que «todo el equipo apoya a Ivan y queremos dedicarle el maillot amarillo en París. Como podéis imaginar, esta comparecencia acaba aquí y no habrá más preguntas».

Los que sí dieron la rueda de prensa prevista inmediatamente después en la misma sala del hotel Mercure de Pau fueron los dos líderes del Movistar, que quisieron comenzar su comparecencia con un mensaje de apoyo al ciclista italiano.

Alejandro Valverde deseó «en nombre mío, de Nairo y de todo el equipo la mayor suerte del mundo. Es una auténtica pena que pasen estas cosas, pero queremos trasmitirle muchísimo ánimo. Tiene nuestro respaldo al 100% para lo que haga falta».

Quintana también trasmitía tristeza y ánimos al italiano, pero al mismo tiempo no podía esconder su alegría porque desde hoy el Tour entra en su terreno preferido tras haber salvado con nota la primera semana. Lamentó el minuto y medio perdido en la segunda etapa, pero admitió que habría firmado llegar así a los Pirineos en Utrecht.

Quintana, a recortar diferencias

El colombiano explicaba que «lo importante era salir sin perder tiempo la primera semana. Hemos llegado en buenas condiciones, con todo el equipo completo, con un par de caídas sin complicaciones mayores. El equipo está muy bien y se vio en la crono y desde Pirineos con Alejandro intentaremos poner la carrera a nuestro favor. Se ha perdido mucho con Froome. No era la idea, pero viene mucha montaña y esperamos hacer una buena estrategia de equipo para recortar diferencias».

Alejandro Valverde dio especial importancia a la etapa de hoy, con un final duro en La Pierre de Saint Martin, tras la subida del Soudet, con 15.3 kilómetros al 7.4%. La mayor dureza está en el comienzo y en la mitad, en los que la media llega al 9,5%, con varios kilómetros que superan el 10%. Valverde destacaba que «el primer contacto con la montaña es importante, tras un día de descanso bastante más y además se espera mucho calor. Hasta llegar a pie de puerto la etapa es llevadera, pero luego nos encontraremos una hora de subida muy dura en la que puede pasar cualquier cosa».

Y lo que esperan los Movistar es empezar a marcar diferencias, sobre todo su líder, que entiende que la etapa de hoy va a evidenciar cómo están todos los favoritos. «Hasta ahora no hemos visto cómo estamos todos de fuerzas en la montaña. Solo ha habido dos finales explosivos y cortos que no tienen nada que ver con lo que vamos a encontrarnos ahora. Lo que ha pasado en ellos no me dice nada».

Aunque Quintana parte como jefe de filas claro, Movistar quiere aprovechar la ventaja de ser el único equipo con dos líderes: «Lo que quería Eusebio es que los dos hiciéramos el Tour. Alejandro está muy fuerte, yo también y pienso que podemos jugar de otra manera para poner la carrera a nuestro favor».

Valverde comparte esa sensación y duda de la táctica que emplee Froome hoy: «En Dauphiné hacía eso. Ponía el equipo a tope y luego él remataba, pero aquí las circunstancias son diferentes. Va de líder con una ventaja importante y no sé si querrá arriesgar. Creo que actuará más a la defensiva, aunque es un corredor impredecible».