El Top 14 se estrena esta noche con la ausencia de equipos vascos y un calendario enrevesado por la coincidencia con el Mundial. El torneo económicamente más poderoso y que paga los mejores sueldos disputará sus cuatro primeras jornadas sin decenas de internacionales, debido a que se hallan concentrados con sus respectivas selecciones.

El campeonato retornará el tercer fin de semana de octubre, coincidiendo con los cuartos de final del Mundial. Esta situación otorga a estas primeras semanas un toque de imprevisibilidad, al recortarse las distancias entre equipos poderosos y modestos. Algunos pueden cosechar puntos con los cuales no contarían en circunstancias normales.

Por ejemplo, Toulon no dispone de sus dos aperturas –Matt Giteau (Australia) y Frédéric Michalak (Francia)– y ha tenido que reclutar como temporero al sudafricano Willem du Plessis.

Desembarco de estrellas

Terminado el Mundial llegará el desembarco de veteranas estrellas del sur, que dan por cumplido su ciclo en sus selecciones y se aprestan a engordar su fondo de pensiones. Casos como los neozelandeses Ma'a Nonu (Toulon) o Dan Carter (Racing), o el australiano Ashley Cooper (Burdeos).

Nombres propios al margen, el Top 14 necesita un cambio de ritmo que ofrezca un juego más dinámico y alegre. En ese camino, los árbitros ya han anunciado que evitarán repetir las melés y sancionarán a la primera.

Los últimos campeones Toulon y Stade Français, el siempre presente Clermont y el más rico, Toulouse, con casi 31 millones de presupuesto, copan las quinielas para el título.