Ninguna gran ciudad está exenta de episodios de violencia, y Nueva York no es ninguna excepción. Los sucesos violentos que incluyen a deportistas profesionales son más aislados y por eso son noticia. El último de los casos tuvo como víctima al jugador de los Knicks Cleanthony Early, herido de un balazo en la rodilla el pasado día 30 cuando salía con su novia de un local de striptease.

Hacia las 4.15 de Nueva York, 9.15 en Euskal Herria, el jugador, de 24 años, salía con su novia de un local situado en el distrito neoyorquino de Queens. Incluso había parado un taxi cuando varios desconocidos, de los cuales al menos uno tenía el rostro cubierto, cortaron el paso al taxi y rodearon a la pareja con intención de robarle sus enseres. Según informó el “New York Post”, citando fuentes policiales, Early recibió un balazo en la rodilla derecha y los asaltantes le robaron varias cadenas de oro, su teléfono móvil y varias cubiertas dentales de oro. Dentro de lo malo, los Knicks de Nueva York aclararon vía twitter que las heridas de Early no supusieron un riesgo para su vida.

«Todos somos posibles objetivos de ataques al final del día. Pero más allá del afecto que te pueda demostrar la gente, lo de Early ha sido una situación desafortunada», reflexionaba al respecto su compañero de equipo y estrella de los Knicks, Carmelo Anthony. Y es que este asalto fue el segundo que padeció un jugador de la franquicia de la Gran Manzana. Pocos días antes, el jugador de los Knicks Derrick Williams denunció el robo de 617.000 dólares en joyas de su apartamento, según dijo la policía de Nueva York.

La misma policía dijo que busca a dos mujeres como posibles causantes de este robo. De hecho, divulgaron un vídeo en el que dos mujeres salían de una discoteca de Manhattan la noche del 19 del pasado mes de diciembre. Según las autoridades, las mujeres fueron a la casa de Williams en el barrio Tribeca, y luego abandonaron el lugar 90 minutos después.

La policía dijo que Williams denunció más tarde que faltaban varias joyas de su casa, incluyendo un reloj Rolex valorado en 50.000 dólares, tres anillos de diamante con valor de 30.000, y tres cadenas de oro con valor de 35.000. Williams rehusó hacer más comentarios sobre el robo.

De Copeland a Sefolosha

En todo caso, la crónica de sucesos más comentada de la ciudad de Nueva York vivía su hecho más rocambolesco el pasado 7 de abril, en el que el apuñalamieto del jugador de los Indiana Pacers Chris Copeland derivaba en la reciente demanda interpuesta por el suizo Thabo Sefolosha por 50 millones de dólares a la policía neoyorquina.

El pasado 7 de abril, Chris Copeland, de los Indiana Pacers, acabó en el hospital con varias puñaladas en el abdomen y la fractura de un codo, recibidas en el interior de un bar. Su novia también acabó herida.

Pero lo más abracadabrante fue que la policía de Nueva York detuvo a los jugadores de los Atlanta Hawks –presentes en aquel bar a cuenta de un próximo partido ante Brooklyn Nets– Pero Antic –actualmente en las filas del Fenerbahçe– y Tabo Sefolosha, que además acabó con una fractura de tibia, lesión que le hizo perderse los play offs.

Los policías denunciaron a Sefolosha por «obstrucción a la administración, resistencia al arresto y desorden público», mientras que el ala-pívot macedonio fue acusado de «interferir en el arresto de su compañero, tras tocar en el hombro a uno de los policías para preguntarle qué estaba pasando».

Según el “New York Post”, en su informe, la policía afirmaba que los agentes advirtieron varias veces a Sefolosha que se alejara del lugar, pero que este hizo caso omiso y «se enfrentó de manera agresiva» a uno los oficiales. Los jugadores, en cambio, siempre mantuvieron que no hicieron nada malo y que la policía actuó así por otros motivos. «Thabo estaba fuera, dando 20 dólares a un vagabundo y de repente la policía empezó a empujarlo brutalmente. Fui a ver lo que estaba pasando. Fue puro racismo. Thabo es un hombre negro y todos los policías eran blancos. No quería dejarlo solo y me arrestaron. Nunca nos dieron una explicación por su comportamiento», recordaba Antic.

Inocente y demandante

Todo acabó en un juicio celebrado a principios de octubre, en el que solo Sefolosha fue acusado, puesto que retiraron los cargos contra Antic. La fiscalía ofreció un acuerdo al suizo: un día de trabajo comunitario y seis meses sin reincidir y los cargos serían retirados. Pero no lo aceptó y el tribunal le dio la razón.

Más aún, el jugador helvético tomó la iniciativa de demandar a la ciudad de Nueva York y a los ocho policías que le rompieron la tibia por los «daños permanentes» que le causaron, por valor de 50 millones de dólares.

«Me duele pensar en la gente inocente que no tiene la fortuna de tener los recursos, la visibilidad y el acceso a un buen abogado que yo he tenido», declaraba Sefolosha tras el juicio.