Arnaitz GORRITI
BALONCESTO-TOP 16

El Baskonia hace faena en la nueva corrida ante el CSKA

El bloque gasteiztarra jugó al límite, y solo así pudo batir a la escuadra rusa, conBourousis como líder. El Baskonia remató al rival con un parcial de 12-1 al final.

LABORAL K. BASKONIA 81

CSKA MOSCÚ 71


Más equipo que nunca, Laboral Kutxa Baskonia batía a CSKA de Moscú, dándose un gustazo ante un rival que en los últimos tiempos había ganado en Zurbano en partidos broncos y polémicos. Anoche hubo bronca y una descalificante de Teodosic –es posible que Tillie le hubiera hecho falta, pero su reacción tuvo más de pataleta que de protesta–, pero esta vez quien hizo faena de la «corrida» fue el cuadro gasteiztarra, con Bourousis como líder y el bloque como armazón.

Después del emotivo minuto de silencio en memoria de Sherron Mills, exbaskonista recientemente fallecido a los 44 años por culpa de la ELA, los de Velimir Perasovic entraron con ímpetu arrollador. En ese sentido, el «enmascarado» Aaron Jackson –por una fractura en el pómulo– debió vérselas ante un Adams más entonado que en días precedentes, mientras que el juego interior baskonista cargaba de personales a Vorontsevich.

Pese a ciertos errores al finalizar los ataques, la defensa baskonista frenaba a los de Itoudis, que llamaba, muy enojado, al orden a los suyos. Les faltaba acierto a los rusos, por mucho que cargaran el rebote, y los gasteiztarras, por mucho que jugaran asediados por las prisas, remataban su gran primer cuarto con un triplazo de Blazic.

Bourousis rejuveneció un lustro respecto a las últimas jornadas. Tras su mal partido ante el Khimki, el pívot heleno impuso su ley en ambas zonas, empequeñeciendo al «cuadrado» Kyle Hines y llevando la renta baskonista hasta la decena de puntos, 22-12, y provocando que Itoudis se ganara una técnica.

El CSKA de Moscú mostraba un talante muy distinto a su habitual frialdad con un banquillo colérico –Itoudis evitó que algún subalterno viera otra técnica– y unos jugadores fallones, en especial en el triple.

Eso sí, cuando Bourousis precisó un respiro, el cuadro de color de rosa que pintaba el Baskonia se tiñó de colores más realistas. Ilimane Diop aún precisa de experiencia para brillar a tan alto nivel, y el «canterano» Dimitry Kulagin ofrecía minutos de calidad para que el conjunto del Ejército Rojo regresara a la estela gasteiztarra. Con 27-22, Perasovic pedía un tiempo muerto y metía a Bourousis de vuelta al parqué. Después de un parcial moscovita de 0-8, Bourousis daba aire al conjunto gasteiztarra con cinco puntos.

Llegaba la hora del descanso, y lo cierto es que el premio que se llevó el Baskonia fue inmerecidamente magro. Vorontsevich, a pesar de cometer su tercera falta, clavaba un triple, y entre Higgins y Hines, los de Itoudis conseguían que el marcador marcara un empate a 34 en tiempo de descanso.

El equipo contra Teodosic

Volvió a salir lanzado Laboral Kutxa Baskonia al regreso de los vestuarios, llegando a adquirir una renta de ocho puntos: 48-40. Y lo que fue mejor, con Bourousis en el banquillo. Tornike Shengelia por fin conjugó sus talentos físicos con el acierto para dar otro arreón.

El CSKA volvía tras cada golpe del Baskonia, y un golpetazo fue lo que se llevó el propio Shengeñia en un mate a la contra de Higgins, el cual debiera dar gracias al georgiano de ahorrarle un trompazo bien serio. Entre una cosa y otra, un enceste de Hanga dejaba a los de Perasovic por delante, 57-54 para empezar el cuarto definitivo.

Teodosic decidía decidir él el partido, pero solo lograba empatar, y el Baskonia siempre hallaba una canasta más, con Causeur, Adams y hasta Ilimane Diop como héroes. El base serbio aguantaba al CSKA, pero incluso su triplón desde nueve metros solo servía para poner un 69-67 a favor del Baskonia.

El cansancio provocaba absurdos errores, como una pérdida que permitía a Higgins adelantar al CSKA 69-70, contestado por Bourousis acto seguido. De hecho, el Baskonia aguardó ese momento para rematar el partido con un parcial de 12-1.

«Esto fue un combate de lucha libre»

Muy breve, Velimir Perasovic repartía sonrisas en el parqué del Buesa Arena. «Hemos hecho una gran defensa, y les hemos conseguido superar en el momento en que hemos conseguido cerar el rebote», declaraba el de Split.

En el caso de Bourousis, recordaba que «tras perder ante Olympiacos y Khimki, nos sirve para ponernos 2-2 y reengancharnos al Top 16».

La feria se veía de otro modo desde el bando moscovita. Kyle Hines subrayaba el «juego físico» del Baskonia, hasta el punto de «jugar al borde de la legalidad».

Dimitris Itoudis fue un pelín más allá, elevando incluso el tono. «No quisiera ser irrespetuoso, pero esto no ha sido un partido de baloncesto, sino un combate de lucha libre. Los árbitros solo pitaron una de cada cinco faltas». A.G.