Me encuentro con que es día de San Sebastián, patrón de todos los ñoñostiarras, y que me ha «pillao el carrito del helao», porque no tengo artículo que publicar este viernes. Así que he tenido el placer de prescindir de la fiesta y encaminar mis pasos a la oficina.

Para descargar este peso de la conciencia de los lectores, he de decir que no ha sido solo por el artículo, sino que, siguiendo la tradicional costumbre de algunos juzgados de citar juicios cuando más hacen la puñeta a los administrados y a sus abogados, mañana se han señalado unos cuantos, alguno a traición, con notificación ayer, víspera de la fiesta del patrón. Así que no queda mas remedio que estar aquí, amarrado al duro banco.

Ha sido una experiencia inolvidable viajar solo en el autobús de las ocho. Me he sentido como si fuera dueño de un jet privado: ni una parada, a la velocidad del rayo y fin de trayecto atendiendo a mis órdenes en forma de timbre solicitando parada. Impresionante. En la calle ni dios, apenas algunas ruinas humanas sobrevivientes de la noche donostiarra, que ha debido de ser larga.

Uno no acierta a comprender por qué es tan duro currar cuando todos los demás están de chufla. Si hoy no fuera festivo, o estuviera, por ejemplo, en Hernani, estaría trabajando con total normalidad, pero estar aquí con un sol esplendido y oyendo el ruido insoportable de una tamborrada tras otra, es desolador. No se si será una reminiscencia de nuestro gregarismo. Beee, beee…

Acabo de tener un momento de debilidad y me he puesto a leer las portadas de los periódicos en Internet, y me he enterado de que hoy en la arriada, la estrella de Radio María, el obispo Munilla, va revelar en directo y en el marco de los actos de la capitalidad cultural europea 2016, el Misterio de Fátima III bis. Al fin alguien va a desvelar cuáles son esos enigmáticos «estudios de ingeniería» que cursó la tercera autoridad del Estado, Patxi López. Quién iba a decirle al de Coscojales que iba a llegar tan lejos estudiando tan poco. No se puede dejar pasar un acontecimiento como este sin verlo en directo, así que dejo todo y me voy a la Consti. Pongo pies en polvorosa.