OSASUNA 3

LLAGOSTERA 0

Nueve semanas después, Osasuna volvió a ganar en El Sadar, lo que le sirve para auparse a la tercera plaza, a tan solo un punto del segundo clasificado, el Córdoba. Los rojillos hicieron bastante más que la Llagostera para hacerse con el triunfo, aunque en esta ocasión el encuentro no fue de tanto nivel como los vistos en el estadio iruindarra en las últimas jornadas. Sin embargo, esta vez sí que los delanteros locales estuvieron más atinados para anotar tres dianas que suponen otros tantos puntos de mucho valor.

El partido fue un tanto extraño, entre otras razones por la ausencia de Indar Gorri en sus asientos de Graderío Sur, lo que restó una importante dosis del ambiente que habitualmente reina en el campo rojillo. El colectivo de hinchas quiso así denunciar el hartazgo que tienen por el continuo hostigamiento policial que sufren cada vez que quieren acceder a El Sadar. Una vez más, a estos seguidores les fueron requisadas pancar- tas –algunas relativas al conflicto laboral que se vive en la empresa TRW– y diverso material, pese a que habían obtenido el compromiso de la junta directiva en una reunión celebrada el pasado jueves –también fue detenido uno de los interlocutores de este grupo de aficionados que participó en ella– de que miembros de la directiva estarían presentes en las puertas de acceso al estadio para impedir tal requisamiento. Finalmente, ninguno de los representantes del club se personaron.

En lo estrictamente deportivo, el gol que anotó Nino al filo del descanso resultó del todo determinante, sobre todo en lo psicológico. En mucho tiempo, los anfitriones conseguían ser ellos quienes primero se ponían por delante en casa y el 1-0 facilitó el guardar bien atrás y salir rápido a la contra, fórmula esta última con la que se consiguieron anotar los otros dos tantos.

Hasta el momento del estreno del electrónico, y con la losa de cuatro envites consecutivos sin ganar en El Sadar, las oportunidades más claras se habían repartido por ambas partes. Tan cerca estuvo Kodro –por partida triple– de batir al hasta entonces infranqueable René, como Jorge, Benja o Samu de los Reyes de poner por delante a los suyos. El Llagostera le había creado, de hecho, más problemas que Nàstic u Oviedo, quienes al final acabaron rascando un punto jornadas atrás.

Dos goles más a la contra

Sin embargo, su buen hacer de casi toda la primera parte se truncó con el gol del delantero almeriense, que no veía puerta desde hacía dos meses. Un botín que los de Enrique Martín no podían desaprovechar con el punto de mira puesto en alcanzar esa tercera plaza tras los tropiezos de Córdoba y Oviedo. Osasuna llevó el ritmo de la segunda parte a lo que más le convenía, cediendo únicamente una falta al borde del área que Emilio lanzó arriba.

A la Llagostera no le quedó otro remedio que adelantar metros y ahí el cambio de Álex Berenguer se mostró decisivo. El veloz talento de Tajonar consiguió el segundo con apenas dos minutos sobre el verde, buscando muy bien su desmarque por la izquierda y anotando fuerte y pegado al poste. Con el partido prácticamente ventilado y el rival ya resignado, hubo más huecos para el tercero, que se obtuvo en el descuento tras buena galopada de Maikel Mesa, que ya lo había intentado con anterioridad. Final feliz para ir con todavía más confianza a un estadio de Anduva que esta temporada está mostrando más fisuras que la anterior.

Para el técnico osasunista, lo único que varió respecto a los anteriores encuentros jugados en El Sadar «fue el acierto, así de simple». «Creo que el Llagostera ha sido de nuestros últimos rivales el que más incertidumbre nos ha creado, sobre todo en el juego aéreo, porque dispone de jugadores corpulentos. Hemos mantenido la portería a cero y seguimos en el grupo de cabeza, que es lo importante», señaló.