El avance de ayer en el Ibex le llevó a superar con holgura los 8.700 puntos y parece no aflojar en su lucha por cambiar el signo del año. No obstante, todavía es muy pronto para pensar que todo lo vivido hasta ahora quedará en el olvido. De momento, sigue la presión del crudo, aunque los 30 dólares por barril en el Brent parecen haberse convertido en el suelo y ayer dio un estirón a última hora. Un acuerdo entre los productores para recortar el bombeo de crudo al mercado podría alentar su recuperación, aunque por ahora solo hay rumores y declaraciones favorables a esa medida.

Por otro lado, los bancos europeos siguen dando quebraderos de cabeza, bien por sus malos resultados, las dificultades para quitarse de encima los créditos morosos –Italia– o por problemas de litigios, como le sucede a RBS, que ha destinado 2.640 millones de euros para responder a las sanciones en Estados Unidos por sus prácticas ilegales.

En el Estado español, la decepción de los inversores vino con el Banco de Santander, que ganó 5.966 millones de euros, un 2,57% más que en 2014, pero no cumplió con las expectativas. El Ibex se anotó un 0,56%, hasta los 8.741 puntos. También hubo subidas en París (+0,54%), Fráncfort (+0,59%) y Londres (+1,33%). En el Ibex, se prestó atención a Santander (-0,20%), que pudo amortiguar al cierre el negativo impacto de sus cuentas. En el año baja un 12,68%. Los peores fueron Acerinox (-2,65%), Repsol (-2,18%) e IAG (-2,04%). En el lado de los ganadores, sobresalieron Indra (+3,62%), Iberdrola (+2,19%) e Inditex (+1,95%).

En París, Alstom y Publicis, que sumaron más de un 3%, lideraron los avances. Las acciones de Airbus (-3,41%) y Solvay (-2,30%) sufrieron los mayores descensos.