No pudo ser. El Ibex deberá esperar más antes de tratar de consolidar su recuperación en el ejercicio. Los bancos le propinaron un duro golpe que le llevó a perder los 8.600 puntos. Y eso que ayer, por fin, se divulgó una buena noticia para los mercados. Las autoridades de Moscú y Riad dicen estar de acuerdo para que Rusia y todos los países de la OPEP recorten la producción de crudo en un 5%, un paso considerado esencial para frenar el desplome del precio. La respuesta al alza fue inminente y las dos principales referencias, Brent y West Texas, recuperaban los 33 dólares. Se espera también un fortalecimiento de la tendencia si se confirman estas primeras intenciones en la cumbre de la OPEP de febrero. Pero esta buena noticia quedó en nada por la caída del sector financiero, castigado severamente por la situación de los bancos italianos. El reciente acuerdo con la Comisión Europea (CE) para la creación de «bancos malos» donde colocar los créditos morosos no despeja las dudas. Así, cinco valores bancarios eran suspendidos de cotización en Milán cuando se derrumbaban. Para completar el panorama negativo, Deutsche Bank registró en 2015 pérdidas por valor de 6.800 millones de euros y no espera para este año una mejoría sensible. El Ibex cerró con 8.590,60 puntos, tras ceder un 1,72%. También cayeron Fráncfort (-2,44%) –lastrado por Deutsche Bank (-5,44%)–, París (-1.33%) y Londres (-0,98%). En el Ibex, Repsol (+5,30%) respiraba por el aumento del precio del crudo, mientras que IAG (-5,09%) sufría las consecuencias. Entre los bancos, los peores del día fueron Bankia (-3,69%), Santander (-3,59%), BBVA (-3,43%) y Caixabank (-2,65%). En el CAC de París, Technip (+6,15%) y Renault (-4,19%) ocuparon los extremos de la lista.