Iñaki TELLERIA
Athletic

Valverde une su futuro un año más con el equipo rojiblanco

El entrenador reconoció que tenía desde hace meses encima de la mesa la oferta de renovacióndel club y que estaba a la espera de confirmar que la presente temporada iba por buen camino yque la gente a su alrededor «estaba a gusto».

No por esperada deja una noticia de ser importante. Por ello, aunque se daba casi por hecho que el vínculo contractual entre Ernesto Valverde y el Athletic se prolongaría por una temporada más, la confirmación de ayer de la noticia supuso una alegría más para la parroquia rojiblanca en tiempos en los que el viento le sopla a favor.

La renovación conlleva dar estabilidad a la propuesta deportiva que encabeza Txingurri, que en la presente temporada mantiene al equipo en la Liga luchando por los puestos que dan acceso a jugar en Europa la próxima campaña, que jugará octavos de final de la Europa League y llegó a cuartos de final de la Copa donde se vio apeado por el Barcelona. La plantilla está respondiendo con solvencia a todos los retos presentes y, lo que es más importante, ofrece muy buenas perspectivas de futuro.

Por otra parte, Valverde siempre ha sentido al Athletic como su casa. Confiesa que se encuentra muy cómodo trabajando en Lezama y, sobre todo, los buenos resultados le acompañan. Por lo tanto, era cuestión de días que se confirmara la renovación. Además, la firma es solo por un año, que es lo más lógico en el fútbol donde no tienen sentido los compromisos a largo plazo cuando estos dependen no tanto de las voluntades de los firmantes como de los resultados deportivos. En este sentido, el técnico gasteiztarra cuenta con la ventaja de que el presidente que le firma los contratos, Josu Urrutia, es su amigo, lo que hace que los trámites de renovar o de no hacerlo son mucho más llevaderos para ambos. Tal es así, que en caso de que Valverde no hubiera querido seguir en el Athletic, no se hubiera hecho público todavía, pero el mandatario rojiblanco lo sabría con tiempo suficiente para planificar el futuro.

Tentado desde hace meses

En relación a la renovación, el entrenador declaró ayer que el Athletic le propuso «hace unos meses» la posibilidad de seguir un año más vinculado al club. «Yo le comenté al presidente que me gustaría esperar un poco a ver cómo iba la temporada. Al final, las cosas van bien, estamos a gusto, pensamos que el trabajo está funcionando y hemos decidido renovar el compromiso», señaló. Sobre este asunto puntualizó que «lo de esperar era por si las cosas no iban bien, la gente no estaba a gusto y porque –si ello ocurriera– yo no quiero ser un problema para el Athletic».

Txingurri quiso también «agradecer, sobre todo, al presidente la confianza que está demostrando en mí y en mi equipo, en un club que no lucha solo por ganar como otros, sino que lo hace también por mantener una idea y que esa idea tenga vigencia en el fútbol actual. Esto es algo que me motiva mucho».

«Cuatro años, una eternidad»

En cuanto a la duración del contrato y a que será su cuarta temporada consecutiva –la sexta al frente del equipo si tenemos en cuenta su primera experiencia en el Athletic entre los años 2003 y 2005–, se sinceró diciendo que sigue «pensando que dos años son mucho, tres muchísimo más y, ahora, cuatro me parecen una eternidad». Acto seguido explicó que para comprometerse de nuevo ha valorado «el ambiente de compañerismo, de trabajo y de solidaridad, y que estoy encantado con el equipo», puntualizó.

Indicó también que el título de la Supercopa le ha motivado para seguir. «Y ¿a quién no?» preguntó con sorna, para añadir que «nuestro objetivo es que ese título no sea una anécdota. Sabemos que es difícil, pero tenemos que seguir intentándolo. Vamos a ir a por todas tanto en Liga como en Europa League».

Finalizó su comparecencia refiriéndose a los jugadores a los que «veo bien, sobre todo, con mucha ilusión y convencidos de sus posibilidades».

Muniain y Susaeta vuelven y Aduriz sigue en la cima

Además de la holgada victoria, el partido contra el Deportivo ofreció varias conclusiones positivas para el equipo rojiblanco. Dos de ellas fueron la recuperación para la causa de Iker Muniain y de Markel Susaeta.

En el caso de Muniain, ya el domingo en Mestalla evidenció que su rendimiento sigue progresando. Sin embargo, el miércoles redondeó la faena, no tanto porque marcó de nuevo –que también–, sino porque volvió a ser el medio punta peleón, inquietante, desequilibrante y generador de peligro que era precisamente hace un año, cuando se lesionó. Entonces, tras un comienzo de temporada gris, había recuperado su mejor momento. Ahora ya puede dar por olvidada la lesión.

Otro que volvió a asombrar fue Susaeta. Ofreció su mejor versión, la de tiempos de Bielsa, la del extremo que rompe por banda, el jugador comprometido que roba balones y que luego surte de ellos a los delanteros utilizando la derecha como un guante. Solo le faltó marcar, pero su pelea con el gol es un misterio insondable, difícil de explicar. En cualquier caso, el nivel que dejó ver ante el Depor es el que ya se sabía que puede ofrecer y que a veces, cual amnésico, deja aparcado. Justifica, por tanto, que se le pida mucho más de lo que ha dado en lo que va de temporada.

En el caso de Aduriz, con su tercer hat trick de la temporada, con el gol 3.000 del Athletic y como cuarto jugador rojiblanco que alcanza los 30 goles en una campaña –como Bata, Zarra y Dani–, los elogios se acaban. Valverde, tras el partido, reconoció que ya no le quedan adjetivos para alabarle. Eso sí, destacó que «hay que cuidarle».

En esto de cuidarle pensaba también el seleccionador español, Vicente del Bosque, cuando se mostraba remiso a convocarle. Sin embargo, ayer, tiró la toalla ante la presión y dio a entender que le incluirá en la convocatoria para los amistosos del 24 y 27 de marzo (contra Italia y Rumanía), previos a la próxima Eurocopa. I.T.