«Las condiciones actualmente no son propicias», afirmó Riad Hijab, el coordinador del Alto Comité de Negociaciones, que agrupa a representantes políticos y de grupos armados opositores sirios, sobre la reanudación de las negociaciones el próximo miércoles en Ginebra. Hijab se reunió en París con los responsables de la diplomacia francesa, británica, alemana y europea, que insistieron en la necesidad de retomar rápidamente las conversaciones. «No hay levantamiento de los bloqueos de ciudades, ni liberación de prisioneros, ni respeto de la tregua ni envío de ayuda humanitaria», acusó el opositor, que añadió que en siete días de cese de hostilidades «han tenido lugar 90 ataques aéreos en cincuenta zonas liberadas».

Aun así, no quiso excluirse totalmente, y afirmó que «es prematuro decir que no habrá reanudación de las negociaciones. Vamos a consultarlo y a la luz de los acontecimientos tomaremos una decisión», explicó.

Además, Hijab reiteró que el presidente sirio, Bashar al-Assad, «no tiene lugar» en una futura transición política porque «tiene las manos manchadas de sangre». El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, sin embargo, subrayó que corresponde a los sirios decidir la suerte de su presidente, lo que constituye uno de los principales puntos de boqueo de las negociaciones. Sobre el terreno, el frágil cese el fuego continuaba y permitió a la ONU suministrar ayuda para 20.000 personas en tres localidades rebeldes al este de Damasco. Sin embargo, se produjeron dos ataques aéreos en la región, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Rusia también denunció 27 violaciones del cese el fuego en las últimas 24 horas, sobre todo en la provincia de Alepo, y que las armas siguen transitando permanentemente desde Turquía hacia los grupos rebeldes.

Por otro lado, por primera vez en años, en la región de Alepo se llevaron a cabo manifestaciones bajo el lema «la revolución continúa».