Natxo MATXIN
ALAVÉS

La falta de ideas aboca a que el triunfo siga sin llegar

Tercer empate albiazul –segundo consecutivo de la escuadra babazorra en Mendizorrotza– en las últimas cuatro jornadas que, al menos, le permite seguir conservando la segunda plaza, con tres puntos de ventaja.

ALAVÉS 0

ZARAGOZA 0

 

El Alavés dejó patente que ha entrado en una crisis de ideas, cuya consecuencia principal es que el equipo se ha olvidado de ganar. Son ya cuatro las jornadas que acumula la escuadra dirigida por José Bordalás sin sumar de tres, algo que no había ocurrido en lo que se lleva de temporada. El punto obtenido ante el Zaragoza, en todo caso, le permite al equipo babazorro sujetarse en la segunda plaza.

Lo espeso que se encuentra el Glorioso a estas alturas de campaña fue todavía más palpable por el hecho de que dispuso de una superioridad que no supo aprovechar durante la mitad del envite contra los maños, cuando al filo del descanso Culio vio su segunda amarilla. A semejante ventaja no solo no supieron sacarle tajada los anfitriones, sino que durante toda la segunda mitad apenas consiguieron fraguar dos ocasiones de peligro y sí dejaron constancia de un considerable atasco cada vez que se acercaron a las inmediaciones del área rival.

Una realidad que hasta el propio técnico supo reconocer a la finalización del choque, quien dejó caer un conformista y preocupante «esto es lo que tenemos» para agumentar lo que está aconteciendo en los últimos partidos disputados. Sin embargo, prácticamente este mismo bloque es quien, con buen juego y acierto, consiguió auparse a lo más alto de la clasificación, por lo que la falta de frescura más apunta a posible desgaste por la exigente competición que a dudar de la capacidad futbolística de la plantilla.

De hecho, Bordalás apenas ha aplicado cambios en su once tipo, únicamente cuando se ha visto obligado por las circunstancias. Como ayer, con los sancionados Pelegrín y Sergio Mora, reemplazados por Borda y Beobide, quienes no desmerecieron a sus compañeros, sino que el bajón de nivel hay que atribuirlo a todo el grupo. No es menos cierto que, pese a ello, el Alavés solo ha perdido dos encuentros ligueros desde mediados de noviembre pasado, una marca que hubieran firmado gustosos los aficionados albiazules a comienzos de campaña.

Pelea por la posesión

Sea como fuere, el Alavés volvió a encontrarse con un adversario que le tuteó. El Zaragoza le peleó la posesión de la pelota –buena parte de la primera parte consiguió tal objetivo– e incluso dispuso de la mejor ocasión de ese periodo, cuando Ángel se plantó en un mano a mano con Fernando Pacheco, quien volvió a dejar sensaciones de gran portero y de salvar a su equipo en los momentos más delicados.

El conjunto aragonés llevaba su mayor amenaza en los pases interiores dentro del área que la defensa local no conseguía contrarrestar, mientras que los de Bordalás fiaban parte de sus opciones a robar en medio campo y salir rápido con Kiko Femenía y Dani Pacheco. El guión varió cuando los visitantes se vieron con uno menos, cerraron filas, retrasaron metros y se defendieron con orden, sin que el Alavés encontrarse la fórmula para penetrar en la muralla.

 

Bordalás: «Nos ha faltado juego, claridad en el último pase y definir»

No tenía mucho sentido poner paños calientes al exiguo empate conseguido ante un adversario que jugó mermado la mitad del partido. José Bordalás reconoció que «nos ha faltado juego, claridad en el último pase y definir. Hemos tenido el control, pero sin saber interpretarlo».

«No ha habido tranquilidad, ni llevar el balón con mayor rapidez para superar a los rivales. Tampoco el estado del terreno de juego ha ayudado mucho, era obligado realizar pases cortos y seguros», abundó.

Tampoco los suyos supieron interpretar los cambios. «Cuando salió Barreiro, teníamos que buscar centros, pero optábamos por pasar atrás», señaló. N.M.