Cada vez que me pongo a zapear me encuentro con algún resucitado o quizás sea que los zombies políticos han invadido las tertulias del espectáculo seudo político y se están haciendo huecos en todos los canales con el fin de demoler definitivamente hasta la poca memoria democrática que pueda existir flotando en el éter. Lo de José Luis Corcuera, en el anal ideológicamente más propicio, TV13, el de la jerarquía católica española, que se mueve en los territorios más pantanosos en cuanto a su adscripción rupturista con los vestigios democráticos actualmente existentes, es una de esas apariciones que se han convertido en crónicas que vienen a recordarnos que con esos individuos cavó Felipe González sus trincheras más represivas y de violencia institucional.

La constante intervención tanto de González como de Aznar, el dúo de la nostalgia retrógrada forman parte de sus sobresueldos, pero de repente vemos a Carlos Solchaga, nada menos, el que aseguró cuando fue ministro del dinero que en España se podía hacer millonario uno con mucha rapidez, y para algunos de sus amigos así fue, para descalificar a Podemos, que es lo normal, llamándoles pandilleros pero también a PP y PSOE, a quienes considera inmaduros, con lo que mirando sin complejos hacia la tele solamente me queda Ciudadanos, porque no creemos que este navarro se haya vuelto de Nafarroa Bai, o puede ser que le llame la voz de Vox. No especulemos.

Pero la pregunta del titular es pertinente, ¿qué pasa para que salgan de sus sarcófagos estas momias? Parece una operación vindicativa de los años noventa del siglo anterior, pero aplicando al complejo hoy recetas cargadas de aliños caducados. Me temo lo peor, que sea una consigna general de la secta. Permanezco atento a la pantalla por si descubro al fantasma o descifro sus sicofonías.