Al menos trece policías egipcios murieron ayer por el ataque realizado con un cohete contra un puesto de control en una carretera a las afueras de la ciudad de Al Arish, capital provincial del Norte del Sinaí.

En un comunicado, el Ministerio de Interior de Egipto informó de que las víctimas son dos oficiales, un agente y diez reclutas, sin ofrecer más detalles sobre su identidad.

Según la nota, el proyectil empleado era de tipo Hawk y el puesto de control estaba ubicado en la circunvalación de Al Arish, la principal ciudad del Norte del Sinaí, cercana a la frontera de Egipto con la Franja de Gaza.

Los atentados contra puestos de control de la Policía y el Ejército egipcios son frecuentes en esta región, donde operan grupos armados diversos, incluida la filial del yihadista Estado Islámico en Egipto, que se hace denominar Wilat Sina (Provincia del Sinaí).

Abu al-Qaaqaa

El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) reivindicó el ataque, pero dio una versión distinta. Según su comunicado, un atacante kamikaze hizo estallar su coche en el puesto de control, que luego fue atacado por otros yihadistas. En todo caso, es el peor ataque de los últimos meses en la península, donde la rama egipcia de ISIS libra una sangrienta batalla contra las fuerzas de seguridad.

Según indicó el ISIS mediante una nota difundida a través de las redes sociales, el kamikaze se llamaba Abu al Qaaqaa el Egipcio, e hizo estallar su coche lleno de explosivos.

El último gran ataque se registró en verano del año pasado y en él murieron 17 uniformados, según el Ejército, aunque la cifra ofrecida por otras fuentes era muy superior.