Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

El comité de TRW llevará el ERE a los tribunales tras 77 despidos sin aviso

Después de que el lunes 77 trabajadores se enteraran de que estaban en la calle a través de sus cuentas bancarias, el comité ha decidido interponer una demanda contra el ERE de 123 despidos. Intentará buscar la nulidad del expediente por falta de justificación.

La pesadilla en la planta de ZF-TRW en Landaben continúa. Ayer, los 77 obreros despedidos recibieron burofax de la empresa citándoles uno por una para que acudan hoy por la mañana al hotel Iruña Park para que se les notifique oficialmente que están en la calle. La empresa prevé ventilar cada caso en unos minutos, ya que ha dejado un intervalo de apenas un cuarto de hora entre cita y cita. Mientras, el comité interpuso demanda en busca de anular el proceso.

El encuentro en el hotel supondrá el remate de un ERE impúdico. Los 77 primeros despedidos se enteraron de que estaban en la calle el lunes a eso del mediodía, cuando estaban en su puesto de trabajo. A unos les llamaron del banco y a otros, sus parejas para notificarles que les habían ingresado el finiquito.

El ERE, en realidad, afectará a 123 personas sobre una plantilla de 650 personas. A finales del mes de abril se echará a otros 24 trabajadores y los 22 restantes perderán su empleo en noviembre.

Josi Álvarez, presidente del comité de empresa por CCOO, anunció que van a pelear por la nulidad de esos despidos. A eso de las 13.00, presentaron una demanda en los juzgados. Consideran que no se han justificado «sobradamente» las causas que motivaron el expediente de extinción de empleos en la fábrica de engranajes. Además, interpretan que se ha vulnerado «el derecho fundamental a la negociación», ya que la asamblea de la planta de Iruñea únicamente dio el visto bueno al nuevo convenio, pero nunca a los despidos.

Estos son varios de los elementos de los que consta la demanda. Pero también hay otros, como los referentes a los criterios empleados para seleccionar a las personas que se van a quedar en la calle. En un principio, se planteaba que se emplearían criterios de antigüedad y absentismo. Es decir, que la empresa se quedaría con los trabajadores que más tiempo llevan y que menos han faltado al trabajo. Pero cuando han llegado los finiquitos, la multinacional también se ha saltado esta parte. «Acabo de despedir a un amigo que lleva aquí 28 años y solo se ha cogido una vez la baja», relataba Pedro Larrea, de LAB. «Esto es cruel, sanguinario y nauseabundo», manifestó.

Al parecer, el criterio de absentismo solo se aplica a los últimos dos años. Aquellos que han tenido una operación o padecen una enfermedad grave en este periodo han sido los damnificados.

La negociación de este ERE ha sido llevado a cabo por Paul Parnham, un alemán que llegó a Iruñea tras cerrar fábricas de TRW en Reino Unido e Italia para llevarse la producción a la República Checa. El miedo a que la planta de Landaben fuera la siguiente en la lista (los obreros checos cobran seis veces menos que los trabajadores de Landaben) provocó que en la asamblea de trabajadores se votara a favor del acuerdo Si bien, ayer el comité matizaba que el pacto hacía referencia a la rebaja de condiciones para los obreros que se quedan, pero nada más.

Huelga en Corella

Mientras el ERE de Landaben inicia su trámite judicial, los trabajadores de ZF-TRW de Corella iniciaron ayer una huelga que ha sido seguida prácticamente por el 100% de la plantilla, según datos de CCOO. La factoría de Corella (donde se fabrican frenos y trabajan 400 personas) funciona de forma independiente y los empleados pelean ahora por mantener sus condiciones laborales.