DOMINION-BARçA

«Estamos destrozados», declaraba de forma algo sobreactuada y melodramática Xavi Pascual al referirse a la plantilla del Barcelona después de quedar fuera de la Final Four de Berlín. Desde luego que el bajón anímico será algo menor que el viernes. Y si el viernes le dieron una somanta a Laboral Kutxa Baskonia, más le valdrá Dominion Bilbao Basket si sus muchachos se preparan para un chorreo en toda regla.

O quizás no. Al cruce de cuartos de la Copa el cuadro vizcaino también viajaba como víctima propiciatoria y después de un partido emocionante al tiempo que bien controlado por los hombres de negro, se dio el resultado que nadie esperaba: el Barcelona con sus huesos fuera de las semifinales y Bilbao Basket dando un paso adelante para admiración de todo el mundo. Ahora toca que el partido de esta tarde en Miribilla vuelva a tener un signo tan positivo para los pupilos de Sito Alonso.

Literaturas aparte, Bilbao Basket está en condiciones de luchar por acabar la Liga Regular en sexta plaza. Firmemente amarrado al séptimo lugar, con dos triunfos de diferencia respecto a Iberostar Tenerife y UCAM Murcia, Unicaja asoma a un triunfo de distancia, y con el basket average a favor de los vizcainos. Vale la pena intentarlo, sobre todo ahora que la enfermería, poco a poco y de forma algo precaria, se va vaciando, salvo el caso de Dejan Todorovic, al que difícilmente se le espera ver jugando en lo que resta de campaña.

Un hombre llamado Ruoff

Los problemas físicos afectan en mayor o menor medida al cuadro vizcaino, con las dudas de Tobias Borg y un Alex Ruoff que, con el paso de las jornadas, se ve más afianzado en su jerarquía como hombre de negro.

Da la casualidad que el alero norteamericano ofreció sus primeros grandes destellos en la cita copera. Dio un clínic constante de conocimiento de juego, tanto por colocación, como por cómo se mueve sin balón. No está llamado a ser una estrella, pero sí apuntala el proyecto bilbaino, aunque enfrente está un Barça que busca amarrar su liderazgo en la ACB.