Amalur ARTOLA
DONOSTIA

Las esculturas monumentales de Henry Moore, en diálogo con Chillida y Oteiza

Desde ayer, seis piezas monumentales diseñadas por Henry Moore dialogan, desde su ubicación en el paseo donostiarra de la Zurriola, con el «Peine del Viento» de Eduardo Chillida y «Construcción Vacía» de Jorge Oteiza. Se trata de seis esculturas en bronce de gran tamaño que simbolizan las diferentes épocas creativas de Moore y que, junto a las de Chillida y Oteiza, ofrecen un interesante paseo por la escultura moderna.

La alianza entre la Obra Social La Caixa, el Ayuntamiento de Donostia y la Henry Moore Foundation ha propiciado que, dentro del marco de la Capitalidad Cultural, seis obras monumentales del escultor nacido en Castleford (Inglaterra) se incorporen hasta el 4 de setiembre al paseo donostiarra de la Zurriola ofreciendo así un interesante viaje a través de la obra de Moore. Se trata de seis piezas en bronce de gran tamaño creadas entre los años 1960 y 1982, época, según la directora adjunta de la Fundación La Caixa Elisa Durán, «de mayor fecundidad y proyección» del artista.

Durán explicó que los bronces son representativos de la obra de Moore, en la que el artista ha explorado la relación entre la figura humana y el paisaje (tanto urbano como rural), ha indagado en «la tensión entre lo natural y lo abstracto» y ha trabajado por la transformación de los objetos naturales en formas escultóricas. En las obras trasladadas a la Zurriola (que en conjunto pesan ocho toneladas y media), también queda latente la fascinación de Moore por las figuras reclinadas, uno de los temas recurrentes en su creación y que le llevaban a trabajar sobre la idea de «la madre y el hijo». «El espectador podrá familiarizarse con algunos de los aspectos clave de la obra de Moore, como la relación entre lo orgánico y la sensualidad, la sensación de serenidad y equilibrio... Es una gran ocasión de gozar de la belleza magnética de su obra», aseguró Durán.

Las piezas

Las obras que se pueden ver son “Pieza de bloqueo”, realizada en 1963-64; “Formas conectadas reclinadas” (1969), que explora la idea de una forma exterior que protege otra interior; “Óvalo con puntas” (1968-70), en la que combina formas redondeadas y puntos afilados enfrentados entre sí pero que nunca llegan a tocarse; “Gran figura de pie: filo de cuchillo” (1976), en la que también juega con los ángulos y la verticalidad; “Figura reclinada” (1982); en el que regresa al tema recurrente de las figuras reclinadas; y la más antigua y singular es “Figura reclinada en dos piezas núm 2” (1960), por tratarse de una obra conformada por dos esculturas, mediante la que Moore trata de fusionar el cuerpo humano con las formas rocosas y el paisaje.

La ubicación seleccionada para instalar las esculturas, en mitad del paseo de la Zurriola (junto al Kursaal) y a pie de playa, ofrece al visitante la oportunidad de, además de conocer las creaciones de Moore, profundizar en la idea de la escultura moderna. En un paseo a pie se pueden visitar también el “Peine del Viento” de Eduardo Chillida (en el paseo que lleva el nombre del escultor, junto a la playa de la Ondarreta) y “Construcción Vacía”, de Jorge Oteiza (en el Paseo nuevo).

Viaje por el arte moderno

Fue Sebastiano Barassi, jefe de Colecciones de la Fundación Henry Moore, quien dio cuenta de la relación e interés del artista por el arte vasco. Narró que cuando este visitó el Estado español en un viaje vacacional en bicicleta en el año 1934, quedó asombrado por la obra Pablo Picasso, al que posteriormente visitó en su estudio de París cuando estaba pintando “Guernica”. Matizó, a este respecto, que la única obra al aire libre de Moore está en la citada localidad vizcaina, en el Parque de los Pueblos de Europa, y junto a una obra de Chillida. «Es conocida la admiración de Chillida por la obra de Moore, al que visitó cuando estaba preparando una exposición en Londres. Incluso cuando murió, escribió que Moore ‘trabajaba sobre el pellejo de la realidad’. Estos intercambios nos recuerdan el interés de Moore por la obra de esta tierra, y estoy seguro de que le hubiera encantado que su obra esté también junto a la de Oteiza», opinó Barassi. A este respecto, el alcalde donostiarra, Eneko Goya, se mostró contento por poder mostrar en la Zurriola «seis obras significativas» de Moore, se refirió a la «estrecha relación» que mantenía con Chillida y opinó que las obras que estarán en la Zurriola, «en el frente marítimo de nuestra ciudad, son complementarias a las obras de Oteiza y Chillida».