A Richard Linklater se le exige lo máximo, más aún después de un experimento tan revolucionario como el llevado a cabo con “Boyhood” (2014). Pero hasta un cineasta tan perfeccionista como él puede acabar siendo presa de su exagerado sentido del equilibrio cinematográfico. Y “Everybody Wants Some!!” peca de ser una película demasiado analítica y objetiva, cuando pertenece a un género, a mi entender, puramente emocional. La comedia estudiantil no necesita del cine de autor, y ahí es donde creo que se equivoca el maestro texano. Me sigo quedando con “Desmadre a la americana” (1978) en la vertiente fiestera inmortalizada por John Landis, y con “American Graffiti” (1973) en la vertiente musical del antológico George Lucas.

Al igual que hizo en sus comienzos con “Movida del 76” (1993), Linklater cumple con las normas genéricas, sobre todo a la hora de descubrir jóvenes valores de la interpretación, y en el reparto coral de “Everybody Wants Some!!” hay más de una docena de futuros talentos, encabezados por Blake Jenner y Glenn Powell.

Y qué decir de la banda sonora, que contiene la barbaridad de 45 temas de finales de los 70 y comienzos de los 80, incluido el tema de Van Halen del que toma el título. Si bien, el protagonismo se lo lleva “My Sharona”, de The Knack, que abre con toda la chispa nuevaolera la función. También suenan cortes conocidos de Cheap Trick, ZZ Top, Joe Walsh, Frank Zapa, Blondie, Queen, Pink Floyd, Pat Benatar, Stiff Little Fingers, Patti Smith, Devo, Dire Straits, The Cars, Ric Ocasek, Brian Eno, Gary Numan, Foreigner, Dire Straits, Pete Townshend, Chic, Donna Summer, Kool & The Gang, Parlamient o Sniff ‘n the Tears.

El repertorio de fiestas tampoco se queda corto, pues las hay para todos los gustos, desde una punk en la que bailan pogo a otra arty con performances.