La invasión que ha tardado veinte años en regresar
Hollywood, tenemos un problema. Y muy grave, porque si hacen falta cinco guionistas para escribir a diez manos semejante pastiche de ciencia-ficción catastrofista, significa que la especie humana ha involucionado claramente. Y es que a pesar de que han tenido veinte años para desarrollar la secuela, ya que “Independence Day” (1996) se estrenó hace exactamente dos décadas, el argumento se ha quedado anclado en aquel periodo, como si el tiempo no hubiera pasado. En contra de la división actual entre Occidente y Oriente, y con Gran Bretaña recién salida de la Unión Europea, nos quieren vender de la unificación entre todas las naciones de la tierra frente al enemigo común procedente del espacio exterior.
Se sacan de la chistera, por no decir directamente de la papelera, una organización de defensa mundial llamada ESD (Earth Space Defense). Ni que decir tiene que dicha entente está liderada por los EEUU, en su papel de guardián del mundo libre, motivo por el que el 4 de julio pasar a ser la fiesta yanqui que todos celebran ya. Sabido es que el alemán Roland Emmerich siempre ha jugado la baza de ser más papista que el Papa, y a patriota de las barras y estrellas no le gana nadie. Eso sí, tardan en intervenir, para justificar las escenas de destrucción total.