Arnaitz GORRITI
Liga San Miguel

A Hondarribia le da igual contra el crono o en línea

Plena de confianza y fuerza, la «Ama Guadalupekoa» no halló rival en Algorta a partir del segundo largo.

«Cuando ganamos, el pueblo de Hondarribia nos recibe alrededor de las 20.00. Llevamos así un mes, y que dure», explicaba Frantxis González de Txabarri, representante de Hodarribia, después de la enésima exhibición de la «Ama Gudalupekoa». Esta se imponía en la Getxoko Estropaden XXXVIII. Ikurriña - JA Agirre Lehendakariaren XII. Omenaldia, tras escaparse a partir del segundo largo.

«Nadie regala nada en ninguna regata, y en una prueba de mar puede pasar cualquier cosa. Pero desde luego que es para estar contentos con la regata que hemos hecho y la diferencia que hemos logrado», se congratulaba, por su parte, el remero de Hondarribia Iñigo Sagarzazu.

En cambio, el remero de Urdaibai Mikel Azkarate se conformaba con «encontrar nuestra remada», resignado ante la superioridad hondarribiarra. «Para fuera estábamos remando muy bien, pero después de la ciaboga nos han cogido tres o cuatro segundos, enseñando ese puntito que están por encima de nosotros. A partir de ahí, nos ha quedado pelear por los primeros de las tandas anteriores y perder los menos puntos posibles», analizaba.

Hasta la primera empopada

Urdaibai «copiaba» el tiempo de Hondarribia en la primera ciaboga, pero las opciones de la «Bou Bizkaia» de hacer verdadera sombra al líder y auténtico déspota de la presente edición de la Liga San Miguel –y del año pasado– se esfumaron dos o tres minutos después.

La primera empopada, en la que Ioseba Amunarriz decidía tirar hacia dentro para tratar de aprovechar la propia corriente, se antojó fundamental para ello. Astillero no dio una y pasó a ocupar la penúltima plaza, pese a bogar en la tanda de honor. Kaiku fue el siguiente en caer. La «Bizkaitarra» remaba por la calle uno, y como todos los que bogaron por ella, la primera empopada acabó por reducir sus opciones de éxito a cero. Urdaibai, por su parte, buscaba alargar la remada y aprovechar cada ola, pero no había manera con Hondarribia. En tres minutos de regata, la «Ama Guadalupekoa» abría más de dos botes de renta –siete segundos– y, a partir de ahí, fin de la historia.

Tal y como hiciera en la ría del Ibaizabal el sábado, Hondarribia, una vez abierta la brecha, se limitó a asegurar el triunfo, dejando a Urdaibai en nueve segundos de diferencia. Es decir, que su fuerte no solo es la lucha contra el reloj, sino que en el mano a mano tampoco asoma nadie que le pueda toser.

Por lo demás, destacaron las traineras gallegas. Tirán lograba acabar tercero bogando en la segunda tanda, y Cabo terminaba en cuarto lugar remando justo al inicio. En la parte baja, Portugalete le coló tres botes a Zumaia y dobla en puntuación –20 a 10– a la «Telmo Deun».