Miren SÁENZ
natación

Phelps ante su último reto

El deportista de las 22 medallas olímpicas aspira a ampliar una colección única en sus quintos Juegos. El mejor nadador de la historia ha perdido fuelle, pero le sobra competitividad y llega ilusionado. Su compañera Ledecky va para reina de la piscina y quizás de Río.

De entre los 900 nadadores que se van a sumergir desde hoy hasta el lunes 13 de agosto en el Estadio Olímpico Acuático, una vez más Michael Phelps volverá a ser el centro de todas las miradas. La razón es sencilla: es el deportista más laureado de los Juegos de Verano –22 medallas, 18 de ellas de oro–, el que más títulos posee (18), más oros individuales (12) y el que más oros ha ganado en una sola edición (8), números insuperables en la actualidad, que solo Phelps puede encarecer un poco más.

Tiene 31 años, es padre desde mayo y no es tan rápido como el joven que llegó a batir 29 récords del mundo, el último hace siete años –en las tablas mantiene tres plusmarcas individuales y otros tres de relevos–, pero su ambición sigue intacta. Enormemente competitivo, pese a no liderar ninguno de los rankings en 2016, pocos se atreverían a apostar en su contra.

Convertido en el primer nadador yanqui clasificado para cinco ediciones de los Juegos, todavía le queda algún apartado por superar en su impresionante trayectoria deportiva. Por ejemplo, no hay campeones olímpicos treintañeros en natación, Phelps aspira a ser el primero.

El tiburón de Baltimore afrontará un calendario bastante más ligero del que acostumbraba en sus viejos tiempos –series, semifinales y finales de media docena de pruebas individuales más relevos– para «limitarse» a los 100 y 200 metros mariposa, los 200 estilos y algún relevo.

En la pileta de Barra de Tijuca, una victoria en los 100 mariposa o en los 200 estilos le convertirían en el tercer hombre que obtiene cuatro títulos olímpicos en la misma prueba, igualando así a sus compatriotas Carl Lewis (salto de longitud) y Al Oerter (disco), al frente de uno de los pocos rankings olímpicos que se le resisten.

No lo tendrá fácil. En 2016 otros han nadado más rápido. A los 200 estilos llega con el segundo mejor tiempo por detrás del joven japonés Kosuke Hagino; al igual que en 100 mariposa donde le supera el veterano húngaro Laszlo Cseh. Sin olvidar al sudafricano Le Clos, campeón olímpico de 200 mariposa, la prueba fetiche de la megaestrella en la que solo tiene el sexto mejor tiempo. En el preolímpico de Omaha le bastó para ganar y convertirse en el primer estadounidense que lo lograba por cuarta vez, pero el registro le supo a poco, necesita correr más para alcanzar al Hijo del Viento y poner el enésimo broche de oro a una trayectoria única.

Mientras Phelps se mantiene en la retaguardia, su compatriota Katie Ledecky continúa en primera línea del crol. Como Phelps en sus mejores tiempos, la ondina de Washington arrasa allá por donde va. Ganó cuatro oros en el Mundial de Barcelona'2013, cinco más en el de Kazán'2015 y aspira a otra exhibición, aunque condicionada por el programa olímpico, menos voluminoso que el del Mundial donde hay 1.500 femenino. Esta vez se dedicará «solo» a los 200, 400 y 800 metros libre, además de a los relevos, y en vista de la habilidad que demuestra triturando récords podrían caer los dos de las pruebas de fondo. Todos son suyos. Y es que con 19 años atesora 11 plusmarcas. La primera la consiguió en 2013 y la última el pasado enero en 800 (8:06.68), prueba en la que defiende el oro y en la que las 10 mejores marcas de la historia son suyas. Capaz de batir récords en las clasificatorias, se desconocen sus límites.

Veteranos y debutantes

Pese a su juventud Ledecky es una nadadora experimentada, por tanto luce galones de veterana –como Ryan Lochte, Missy Franklin o Nathan Adrian– algo que no pueden decir varios de sus compañeros de su misma edad pero sin su rodaje. 30 de los 41 nadadores del Team USA, el más poderoso en las carreras en el agua, debutan en unos Juegos con hambre de notoriedad. Destacan las velocistas Abbey Weitzeil y Simone Manuel (50 y 100 libre) y su homólogo Caeleb Dressel, el espaldista Ryan Murphy, de 21 años, y el fondista Jordan Wilimovsky, que con 22 años alternará los 1.500 con los 10 kms en aguas abiertas.

Pero hay vida más allá del equipo de las barras estrellas, empezando por Australia, un país que sigue dando excelentes nadadores. Tienen a las hermanas Campbell, que han convertido los 100 libre en un asunto de familia. Cate, de 23 años –oro en el Mundial de Barcelona'2013 y bronce en Kazán 2015–, es junto a Ledecky la única nadadora que ha mejorado un récord mundial en 2016. Lo hizo en Brisbane hace poco más de un mes (52.06) para añadirlo al de relevos 4x100 que comparte con su hermana Bronte, actual campeona mundial individual.

La prueba reina se les da bien a los aussies, Cameron McEvoy ha aterrizado en la Cidade Maravilhosa con la mejor marca de la temporada. Sus 47.04 son también el tercer mejor tiempo de siempre y hacen sombra al mismísimo James Misil Magnussen.

McEvoy doblará en los 50, donde le espera Florent Manaudou, defensor del título, aunque no César Cielo –el ídolo brasileño y el más llorón en el podio–, que no logró clasificarse.

Sun Yang defenderá los oros de 400 y 1.500 libre, sin perder de vista al italiano Gregorio Paltrinieri, que en Kazán le suplantó como campeón mundial después de la espantada del chino de la prueba más larga. El italiano es líder de la temporada.

La braza masculina es cosa de Adam Peaty, el inglés que ha dominado Europeos y Mundiales y ahora le corresponde el reto grande. La femenina es para Ruta Meilutyte, la lituana que se colgó el oro de 100 braza con 15 años y pretende repetir a los 19.

Entre los veteranos resiste Oussama Mellouli, que como Phelps aborda sus quintos Juegos. El tunecino, primer campeón olímpico en la piscina y en el mar, a sus 32 años se está planteando doblar 1.500 y 10 kms.

Para retos el de las nadadoras más estajanovistas de este ciclo: Katinka Hosszu, Mireia Belmonte y Sarah Sjöstrom, que se han inscrito en media docena de pruebas. La húngara y la catalana coincidirán en 200 metros mariposa, 200 y 400 estilos y el relevo de 4x200 libre. Mientras, Iron Lady completará su actuación con los 100 y 200 espalda, la de Badalona vuelve a apostar por los 400 y 800 libre, un verdadero palizón de metros. La sueca Sjöstrom, por ser velocista, se centra en pruebas que van de los 50 a los 200 metros, más explosivas pero bastante menos agotadoras.

 

Presentes y ¿ausentes? por asuntos de dopaje

El surcoreano Park Tae-hwan consiguió que le incluyeran en la selección de su país, después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) aceptase el recurso del campeón olímpico de 400 libre en Beijing’2008 y subcampeón en Londres’2012 entre otros títulos. Un positivo de testosterona en 2014 mantuvo suspendido a la estrella asiática durante 18 meses. Su caso se decidió pronto, aunque no la presencia de nadadores rusos que ha peligrado hasta última hora. En vísperas de la ceremonia inaugural coleaban los nombres de los tres mejores que habían presentado recurso al TAS. Vladimir Morozov, Nikita Lobintsev y Youlia Efimova, medallistas de bronce en Londres, parecían condenados a regresar a casa tras ser vetados por la Federación Internacional de Natación (FINA), que acataba la decisión del COI de no admitir a ningún ruso que hubiera dado positivo.

Se decía que el velocista siberiano Morozov y Lobintsev –plata en el relevo de 4x200 metros en Beijing– lo tenían difícil porque aparecían en el informe McLaren, pero al parecer nadarán en Río. Según Mutkó, ministro de Deportes ruso, a la hora de cerrar esta edición, el TAS había aceptado «parcialmente» el recurso de Efimova. La tetracampeona mundial de 200 braza cumplió primero una sanción por anabolizantes y luego por meldonium.M.S.

 

Alberdi nada mañana el relevo de 4x100 metros libre pensando en el récord

Markel Alberdi debuta en unos Juegos a los que llegó de forma inesperada, tras la renuncia de Gran Bretaña que dio la plaza al relevo español que no la consiguió en la repesca. El nadador del Bidasoa XXI afrontará mañana las eliminatorias del relevo de 4x100 metros libre a las 20.05 (hora de Euskal Herria), a sabiendas de que tiene complicado llegar a la final prevista para el lunes a las 4.54.

Alberdi ha tenido experiencias contrapuestas en esta prueba por equipos. Una de las peores fue la descalificación en el Mundial de Barcelona’2013, cuando otro de los relevistas se adelantó en su posta. Una de las mejores le ocurrió el pasado año en Montjuïc, compitiendo con el relevo hondarribiarra: Alberdi le recortó siete centésimas a su marca personal (49.25), que era también récord de España para dejarlo en 49.18, la actual plusmarca.

El eibartarra acostumbra a nadar la primera posta, la única que se homologa como récord individual. Le vendría bien otra de esas para cerrar una temporada de bastantes decepciones. Desde Beijing ‘2008, con el guipuzcoano Borja Iradier y la vizcaina Arantza Ramos, no se veía a un vasco en la natación en línea. M.S.