La cita más universal con la superación deportiva
Un total de 4.350 deportistas paralímpicos intentarán reinar en Río desde hoy hasta el domingo 18.

Dos semanas han pasado desde que los Juegos Olímpicos de Río echasen el cierre en el legendario estadio Maracaná, y este mismo escenario volverá a abrir hoy mismo sus puertas para acoger la ceremonia inaugural de los XV Juegos Paralímpicos que se disputan hasta el día 18.
El conocido novelista brasileño Marcelo Rubens Paiva, que se mueve en silla de ruedas desde que sufrió un accidente con 20 años, ha preparado con mimo una ceremonia «mucho más humana y multisensorial». Destacado militante del movimiento paralímpico desde que acudió a Atenas 2004, Paiva recalca que la prioridad esta vez es «dar valor a la humanidad, transmitir un mensaje de tolerancia e impactar los sentidos».
El acto también reflejará la «infinita energía que tienen los atletas» mediante la figura de la deportista estadounidense de snowboard Amy Purdy, que sufrió la amputación de sus piernas cuando tenía 19 años y bailará una coreografía inspirada en la samba con un invitado.
Uno de los platos fuertes de la ceremonia será una gigantesca obra de arte del brasileño Vik Muniz, que será montada en vivo con 500 placas durante el desfile de las 176 delegaciones. En Río tomarán parte 4.350 deportistas –150 más que en Londres 2012– y se disputarán 528 pruebas –264 masculinas, 226 femeninas y 38 mixtas– repartidas en 23 disciplinas, dos más que hace cuatro años. Las novedades son piragüismo y el exigente triatlón, que se disputará en la modalidad sprint (750 metros a nado, 20 kilómetros de bicicleta y 5 kms de carrera a pie).
Todas las competiciones tendrán lugar en veinte sedes, repartidas en cuatro zonas de la ciudad: Barra (12), Deodoro (3), Copacabana (3) y Maracaná (2). En definitiva, se trata de la cita más universal de la historia, y no faltará la participación vasca, con hasta siete deportistas nacidos en Euskal Herria, además de asistentes y hasta un colegiado de baloncesto en silla de ruedas.
Brasil, con cierta indiferencia
En los últimos años Brasil ha acogido grandes eventos deportivos, como la Copa Confederaciones de fútbol (2013), el Mundial (2014) y los finalizados Juegos Olímpicos. Sin embargo, después de tres años de eventos deportivos, decepciones económicas y desencuentros políticos, los brasileños parecen haber dejado de lado su ilusión por esta cita paralímpica.
Según el comité organizador, se han vendido algo más de 1,5 millones de entradas, por lo que aún están disponibles otro millón y medio de boletos, sin contar los 33.000 que se destinarán a estudiantes de la ciudad.
La Asociación Brasileña de la Industria Hotelera (ABIH) estima que la ocupación media en los hoteles cariocas alcanzará el 49,30%, frente al 94% durante los Olímpicos. Las escasas perspectivas de negocio se suman a la crisis que sacude al país y, especialmente, al estado de Río de Janeiro, que tuvo que recibir fondos federales en vísperas de los Juegos Olímpicos y que ha tenido también serios problemas para sacar adelante esta histórica edición de setiembre.
Sea como fuere, y dejando todos los problemas de lado, Río ya ha aplicado el plan de movilidad destinado a facilitar el tránsito por la ciudad de las personas que asistan a los Juegos. Algunas de las estructuras olímpicas, como la arena del voley playa en Copacabana, ya están siendo desmanteladas, pero en la emblemática playa se levanta el símbolo de estos Juegos Paralímpicos: una gigantesca escultura de los Agitos, con un olor propio y una textura especial para poder ser apreciada por personas con deficiencia visual.
Nombres a seguir de cerca
La de Río de Janeiro será la 15ª edición de los Juegos Paralímpicos desde que los primeros se celebraran en Roma en 1960, con pruebas de ocho deportes. Muchas historias se acumularán estos días. Historias de superación sin límites de unos deportistas que, a pesar de no ser tan conocidos como Usain Bolt, Michael Phelps o Simone Biles, podrán disfrutar de la cita e incluso de la gloria paralímpica.
Ante la ausencia del sudafricano Oscar Pistorius, uno de los referentes mundiales, otra atleta también tiene el mérito de haber participado tanto en los Juegos de agosto como en los de setiembre. Se trata de la polaca Natalia Partyka, que nació sin la mano y el antebrazo derechos. A los 11 años –ahora tiene 27–, participó en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000, convirtiéndose en la competidora más joven en un evento así. En Atenas 2004 consiguió el oro en los Paralímpicos, al igual que en Beijing. En China también participó en los Olímpicos, pero en tenis de mesa por equipos, y repitió doblete en Londres. Ahora vuelve a hacerlo tras haber competido también en agosto.
Otros deportistas quieren seguir su estela, y varios son los jóvenes que habrá que seguir muy de cerca. Destacan, entre otros muchos, la australiana Isis Holt que, a sus 15 años y parálisis cerebral, es el principal nombre en los 100 y 200 metros. Mientras tanto, la local de 19 años Thalita Vitoria conquistó el bronce en el Mundial 2015 en los 400 m T11 para deportistas no videntes, y en Río disputará esta misma prueba.
Con apenas 14 años, el sudafricano Ntando Mahlangu está segundo en el ránking mundial de atletismo de los 200 m T42 para atletas amputados, solo superado por el campeón mundial y Paralímpico Richard Whitehead. Mahlangu tiene el récord mundial de esta disciplina.
Otro no tan joven, el irlandés Jason Smyth, de 29 años, quiere emular a Usain Bolt y volver a romper el récord del mundo en los 100 metros de la categoría T13. El velocista con deficiencia visual marcó en Londres un nuevo registro mundial, 10,46, cuatro años después de haber batido la marca en Beijing, y cree que lo puede volver a batir.
Solo son algunas de las miles de historias de superación que se podrán ver estos días en Río.
Siete deportistas vascos se esforzarán e intentarán progresar aún más en Río
Lejos quedan ya los méritos vascos de Javi Conde, Santi Pesquera, Javier Otxoa, Sara Carracelas o Yolanda Martín. Y pocos deportistas tienen un palmarés como el del nadador donostiarra Richard Oribe. Tras Barcelona 1992, seis participaciones paralímpicas y batir 48 récords mundiales, el guipuzcoano anunció su retirada, pero su ejemplo de superación seguirá presente en la figura de otros vascos.
Uno de los más veteranos en Río es Amador Granados (Andoain, 1967), y estos serán sus terceros Juegos tras Beijing –5º en la prueba de contrarreloj– y Atenas. El ciclista disputará la prueba del kilómetro el día 10, velocidad por equipos el 11 y la prueba de fondo en carretera el 16 y 17.
Le supera en veteranía Carmen Rubio (Iruñea, 1961). La tiradora con arco quiere mejorar el sexto puesto de Londres en compuesto individual, pero también competirá en equipo mixto.
Para Asier García (Bilbo, 1981) estos serán sus segundos Juegos. Los encuentros de baloncesto en sillas de ruedas se celebrarán en las sedes de Arena Carioca 1 y Arena Olímpica de Río entre los días 8 y 17. El esfuerzo le ha otorgado a Rakel Mateo (Mungia, 1975) el billete para competir el día 11 en el debut del triatlón, en la categoría de PT2, correspondiente a mayor grado de discapacidad física pero que sí tienen movilidad en las piernas.
Izaskun Osés (Iruñea, 1984) tomará parte en una de las disciplinas más importantes de los Juegos, el atletismo, exactamente en 400 metros (día 15), 1.500 (8) y relevo 4x100 (14).
Tras excluir el TAS a Rusia, el nadador Iñigo Llopis (Hernani, 1998) nadará en tres pruebas: 50 (día 16), 100 (11) y 200 estilo individual (17). El hijo de Luis Llopis, preparador de porteros del Real Madrid, posee récords de España de 100, 200 y 400 libres. También nadará Iván Salguero (Iruñea, 1998), en 50 (día 14), 100 (16), 400 (12), 100 braza (11) y 200 combinado (10).
Tampoco debemos olvidar al ciclista zaragozano Eduardo Santas, de la Federación Navarra; a Amadou Tijane y David Mouriz, del Bidaideak de silla de ruedas; a la remera Perle Bouge, nacida en Rennes pero en las filas del Aviron Bayonnais; o al alavés Juanma Uruñuela, árbitro de baloncesto.I. C.

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