Sorprende, en parte, que Bilbao BBK Live cuente de nuevo con Depeche Mode como cabeza de cartel, cuando ya lo fueron hace tan solo tres años, precisamente para presentar también nuevo disco, en aquel caso “Delta machine”. Pero, en realidad, no es tan descabellado o directamente no lo es. La cuestión es que en el año 2009 visitaron por primera vez el BBK Live, y la impresión fue excelente. Era el año fuerte de la crisis económica y de los valores político-éticos, y en esa cita no pasaron de los 19.000 visitantes.

Cuatro años después, con el festival de las campas de Kobetamendi más asentado y con una ligera bonanza económica, Depeche Mode congregaban a cerca de 35.000 asistentes. La actuación resultó impecable tanto en lo musical como en lo estético, también favorecida por un cierto revival del sonido de los ochenta.

La actuación de Depeche Mode fue tan saludable que meses después aparecían esparcidos por medio mundo diez vinilos bajo el título de “Welcome to my world. Bilbao July 2013” (un 11 de julio para ser más exactos). Cinco con una supuesta primera parte y publicados en diferentes colores y numerados del 1 al 150. La segunda se editaba con diferente portada y en otros tantos colores, también cada disco numerado del 1 al 150. El precio medio de cada disco, según país y vendedor, costaba encontrarlo por menos de 35 euros, a pesar de ser pirata y de gramaje un tanto pusilánime.

Entre el repertorio, “Welcome to my world”. “Heaven, “Enjoy the silence”, “Personal Jesus”, “Walking in my shoes”, “I feel you” y otro puñado de sobrias canciones con el tecno como patrón, pero, en este caso, con el sentimiento y la estética sonora como bases. Circunstancia que volverá a colocar a la banda de dark-wave y sinte-pop entre los grandes del festival y aun sin conocer su nuevo álbum.

Los hechos peculiares abundan y es temerario afirmar que no exista otra acción como esta o similar; es decir, diez vinilos de colores diferentes, en edición limitada y numerada y para un mismo concierto, pero sucedió en Bilbo, en el BBK Live y, de momento, no tenemos constancia de otra apuesta similar.

No deja de ser atractiva la edición pirata y también en vinilo de la actuación que ofreció Dio (Elf, Rainbow, Black Sabbath, Heaven & Hell) en un festival que se llamó Kobetasonik, celebrado en las mismas campas que el asentamiento del BBK Live. Fue el 21 de junio de 2008 y tocaron bandas como Judas Priest, Helloween, Kiss, Su Ta Gar, Blind Guardian, Saxon, Tesla, Brujería, MSG... Vamos, impresionante.

Que sepamos, de ese festival solo se plastificó el señalado pirata de Dio, con una raquítica tirada de tan solo 100 ejemplares de muy humilde empaquetamiento.

La lluvia y el BBK Live

Que se recuerde, en dos ediciones del BBK Live la lluvia convirtió las campas de Kobetamendi en una chocolatería, aliviada horas después por la descarga de decenas y decenas de fajos de paja. Para la edición de este año el Ayuntamiento hizo obras en la campa principal, y ya ni se sabe la de capas de tierra diferente que tiene esa zona por las numerosas intervenciones, a cada cual peor. Hace unos meses, tras unas lluvias de relativa intensidad, toda esa zona se convirtió en una inmensa charca, con toda la parte de tierra agregada sin una gota de hierba. Si esto ocurriera durante el BBK de 2017 ni toda la paja de Burgos arreglaría el desastre.