Joseba VIVANCO
Europa League

Malo, malo, malo...

Pésimo partido de los rojiblancos que no dieron una a derechas, pierden por lesión a Yeray y Aduriz, y se complican su clasificación.

KRC GENK 2

ATHLETIC 0

 

Cuando Ernesto Valverde desde la banda frunce el ceño, malo. Y ayer acabó con migraña. Malo como el partido de ayer de su equipo. Malo ante un rival belga sí, un incordio en ataque, pero que no deja de estar situado en mitad de tabla de la liga de su país, que en defensa anda justito, pero que si no estás a la altura te puede pintar la cara. El de anoche en la fría Genk fue ese partido al que los leones nos tienen habituados cada año en Europa lejos de San Mamés, pero que este curso creíamos cumplido el trámite ante el Sassuolo. Pues no. El Athletic ha decidido sufrir en su nueva competición fetiche y de lo malo malo, austríacos e italianos empataron en el otro partido del grupo. Mal partido, peor resultado y por si la cosa no nos dejó gélidos, casi sobre la bocina el mejor de los rojiblancos, el único salvable, Yeray, tuvo que salir en camilla tras una torcedura de esas que hacen daño solo con verlas y que de momento se queda en un «esguince fuerte». Por si los daños colaterales de la derrota no fueran pocos, Aduriz acabó cojeando, «otro esguince».

Para olvidar si no fuera porque puede pasar factura en una clasificación que se aprieta y ya no deja margen de error. Uno no sabe si el subidón del derbi trajo esta dolorosa resaca, si los rojiblancos se vieron sorprendidos por un rival que hizo lo que de él se esperaba, o simplemente que fue de esos días en que mejor no levantarse de la cama. Porque al Athletic no le salió nada. No dio una a derechas. Ni en su conjunto ni en lo individual. Porque salvo un par de buenas paradas de Iago, el partidazo de Yeray y la actitud de Muniain que en la segunda mitad se echó la generación de juego a la espalda, el resto nada de nada. Y eso que Ernesto Valverde dejó claro con su once inicial lo que era más que evidente, que el partido en tierras flamencas estaba por delante del que jugará el domingo en el Bernabéu y no solo porque fuera el primero en llegar. Salvo la cantada inclusión de Lekue en banda y Balenziaga en la otra, la pizarra era la misma que en el derbi.

Los rojiblancos salían con todo, como lo hacía también un Genk que de inicio tomó la iniciativa y mostró desde bien pronto las que son sus virtudes, un ataque muy vertical, con mucha movilidad y con muchos efectivos. Y así puso en los primeros aprietos a la defensa bilbaina y así fue como en las postrimerías de esa primera mitad se iba a poner por delante en el marcador. Entre ambos momentos, un Athletic que se fue asentando con el paso de los minutos y hasta sintiéndose cómodo aun sin dominar el balón, pero al que le faltó ese acierto que sobre todo en Europa no puedes olvidarte en casa. Echó de menos la pegada pero también ese punto más de intensidad que el Athletic nota en demasía cuando no le saca lustre. Y cuando esto sucede, el Athletic es un equipo del montón. Como ayer. Un lujo que no se puede permitir. Y lo acaba pagando.

El primer aviso de los belgas vino con una salida con el pie de Iago fuera del área. Le siguieron algunos acercamientos locales más con cierto peligro, primeros diez minutos de fogosidad del Genk a los que los leones respondieron con su ocasión más clara y que Aduriz no supo acabar, en una vaselina sobre el portero que se le fue alta, tras haber ganado la espalda a los dos centrales. El donostiarra sacaba los colores a la floja zaga local, que iba a sufrir en adelante con cada balón en profundidad. Minutos después al delantero rojiblanco le iban a anular un gol por fuera de juego en el que se precipitó al situarse por delante del pase de Williams que seguramente debió finalizar la jugada. El enfado mayúsculo de Aduriz acabó en una cartulina amarilla, como roja se la jugó Laporte, a la media hora, tras una patada sin balón al griego Karelis. Incomprensible lo del francés, más todavía lo del guipuzcoano, que ofuscado en la segunda mitad iba a propinar un ‘calmante’ sin balón al capitán Buffel, a la salida de un cóner, que era roja clara.

Dos ocasiones de los leones para haberse puesto por delante en el marcador en una primera parte en la que los bilbainos parecían haber frenado el ímpetu rival, llegaban con cierta facilidad arriba vía Williams, pero que al mismo tiempo seguía permitiendo a los atacantes del Genk ciertas alegrías ante las que se tuvo que multiplicar sobre todo un imperial Yeray. Alegrías como la que acabó mandando al lateral de la red Susic o la que acabó en gol a falta de cinco minutos para tomar camino de vestuarios. Centro a la frontal del área, Lekue se duerme, le roban la cartera, Bailey dispara, Iago despeja y el central serbio Bravec empuja a la red con su rodilla.

El fantasma de Sassuolo revoloteó en ese momento sobre el Athletic, sobre todo porque faltaba intensidad principalmente atrás, Iturraspe y San José estaban desnortados, el juego no fluía, se abusaba del balón largo, y arriba no había feeling con el gol. Malos augurios a la espera del habitual carácter que el Athletic saca a relucir en momentos como estos, pero que ayer no se vio por ningún lado. Sin capacidad de reacción más allá de un disparo de San José que salió lamiendo la madera, el Genk sentenció en un chutazo lejano de Ndidi y dejó a los leones noqueados por deméritos propios.

Tres partidos, dos derrotas, los comodines se le han agotado al Athletic y ya no queda resquicio para el error. Malo.

 

El lunes, Asamblea con viento a favor

La Junta Directiva del Athletic presentará este lunes en una Asamblea General que se prevé llevadera para Josu Urrutia unas extraordinarias cifras económicas a los socios compromisarios, que se mantienen en la senda de los beneficios tras los 19,6 millones con los que cerró la temporada 2015-16, gracias a unos ingresos crecientes y a unos gastos que en el presente curso se situarán en 95,8 millones. Como parte de los 13 millones de beneficios con que se saldará la temporada 2016-17 se incluye una partida de 5 millones para pagar el impuesto sobre sociedades. Los derechos de TV se erigen de nuevo en la principal fuente de ingresos, que pasa de 53,5 a 62,4 millones. En cambio, las cuotas de los socios representarán 25,3 millones, lo que supone una mejora de solo 150.000 euros, que ven cómo las mismas se mantendrán un año más estables gracias a la obtención de otros ingresos. En relación a los gastos, destaca el incremento de la masa salarial, que pasa a ser de 63,4 millones de euros, cuando el presupuesto para este concepto fue de 56,9 millones en la 2015-16 aunque finalmente se destinaron 61,4 millones al pago de las nóminas deportivas. Aunque su ratio sobre el volumen de ingresos es del 55,6%, se mantiene dentro del margen de seguridad establecido por la UEFA.J.V.

 

Rapid y Sassuolo empatan, el Genk se coloca líder

La Comisión Estatal contra la Violencia, Racismo, Xenofobia e Intolerancia ha propuesto sancionar al Athletic con sendas multas de 3.500 euros por la venta de alcohol en la Taberna de los Ingleses, zonas VIP y palco de honor en los encuentros ante el Valencia y Sevilla. Además, propone otra de 3.001 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por seis meses a un aficionado local que guardaba debajo de su asiento una lata metálica con bebida en el partido ante el Valencia, y otra de 3.500 al club por deficiencias en las medidas de control al no impedir que se introdujera dicha lata metálica.

Dos multas de 3.500 euros por venta de alcohol

Rapid de Viena y Sassuolo empataron a un gol en el otro patido del grupo del Athletic. Se adelantaron los austríacos y en la segunda parte igualaron los italianos. De esta manera, el Genk es primero y los leones cierran. Respecto a los otros dos equipos de la Liga presentes en esta Europa League, tanto el Celta como el Villarreal no pasaron de sendos empates. En ambos casos tuvieron que remontar marcadores adversos. Así, los gallegos igualaron 2-2 en Balaídos ante el Ajax, en tanto el ‘Submarino amarillo’ perdía 2-0 a domicilio en la primera mitad y acabó equilibrando el duelo ante el Osmanlispor turco.