La votación había despertado el jueves muchas expectativas ante la posibilidad de una inusual abstención de EEUU, que suele vetar, o amenazar con hacerlo, cualquier proyecto contrario a los intereses de su aliado estratégico en Oriente Medio.

A menos de un mes de la salida de la Casa Blanca de Barack Obama y tras su tensa relación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se especulaba el jueves con la posibilidad de que Washington dejara despejado el camino para la adopción del texto contra la mundialmente repudiada colonización de Cisjordania. Pero Israel fue muy activo, y eficaz, en sus gestiones para evitar la aprobación de la resolución, preparada por Egipto y la Autoridad Palestina.

En la sede de la ONU, algunos observadores advirtieron de que tal vez la decisión de El Cairo no fuese sólo resultado de las presiones de Tel Aviv, y mencionaron la posibilidad de que también Donald Trump hubiera jugado algún papel. De hecho, Trump había pedido el jueves al Gobierno de Obama vetar la resolución. Según la agencia egipcia MENA, Trump llamó por la noche a Abdelfatah al-Sissi para hablar de la resolución y Egipto, que iba a someter el texto al voto del Consejo el jueves, decidió posponer la sesión. Un funcionario israelí citado por la CNN explicó que ante la dificultad de convencer a la Administración Obama para vetar la resolución, su Gobierno se puso en contacto con el equipo de Trump, que a su vez llamó a Al-Sissi.

El borrador de Egipto exigía a Israel el cese de su política de colonias en territorios palestinos ocupados e insistía en que la solución al conflicto pasa por la creación de un Estado palestino. El texto original decía que las colonias «constituyen una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos Estados, así como una paz, justa, duradera y completa».

Cuatro países miembros del Consejo de Seguridad se reservaron presentar ellos el borrador de resolución. Y se produjo lo que Tel Aviv trataba de evitar a toda costa: Israel se quedaba sin el apoyo de su hasta ahora siempre fiel aliado. EEUU, tras haber vetado en 2011 una resolución similar, se abstuvo y permitió que el texto saliese adelante. Venezuela, Nueva Zelanda, Malasia y Senegal retomaron el documento y forzaron su voto ayer, apenas 24 horas después del paso atrás egipcio, que aceptó hacer el trabajo sucio por las presiones de Trump.

«Una gran bofetada a la potencia ocupante»

La resolución que pide un alto a las colonias judías aprobada anoche por el Consejo de Seguridad de la ONU es «una gran bofetada a la potencia ocupante, Israel», dijo en Ramallah Nabil Abu Rudeina, portavoz de la Presidencia palestina. «Se trata de una condena internacional unánime de la colonización y de un fuerte apoyo a una solución de dos Estados», manifestó poco después de la votación de la resolución.

Horas antes, el ministro palestino de Exteriores, Riad El Malki, aseguró que la retirada el jueves por parte de Egipto de la resolución para condenar las colonias judías no fue «consensuada» y que los palestinos tenían «fuertes indicios» de que EEUU se abstendría.

La histórica resolución, que ya el jueves provocó el estado de máxima alerta en el Consejo israelí de Ministros, condena las colonias judías y exige a Israel el cese de esta política. Los políticos israelíes están envalentonados por Donald Trump, que ha dicho que trasladará a Jerusalén la Embajada de EEUU en Israel.GARA