El presidente electo de Gambia, Adama Barrow, refugiado en Senegal, espera que las fuerzas africanas garanticen su seguridad antes de regresar al país, después de que el expresidente Yahya Jammeh aceptara su derrota electoral y buscara asilo en Guinea Ecuatorial tras 22 años en el poder.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental, la ONU y la Unión Africana exigieron que se asegure «la dignidad, el respeto, la seguridad y los derechos» del exdirigente, así como que no haya persecución de antiguos miembros y simpatizantes del régimen. El Gobierno de Senegal aseguró que Jammeh dejó Gambia «sin ninguna garantía».