La eterna y dolorosa juventud de Bellocchio
E l veterano Marco Bellocchio da muestra de su inacabable buen estado de forma con esta magistral adaptación de la novela autobiográfica homónima del periodista Massimo Gramellini. La historia arranca en Turín, en el año 1969, pocos días antes de que el tal Massimo, a la tierna edad de 9 años, reciba el último “Felices sueños” por parte de su madre. La repentina muerte de su ser más querido causará en él una mancha emocional que no se borrará por mucho que pase el tiempo. Es a través de este sentimiento de pérdida irreparable que se articula un relato que nos llevará hasta los lugares más recónidtos del alma humana. Desde la redacción de un famoso periódico italiano a la guerra de los balcanes, pasando por la tragedia que convirtió al Torino en el club de fútbol más huérfano del mundo. Bellocchio tira de su estilo lírico característico y de nuevo rejuvenece. El dolor y la alegría que nos proporcionan los seres amados como único combustible posible para una película que emociona primero por su absoluto control del artificio cinematográfico, y después por la comprensión que emana, en cada secuencia, de las siempre complejas dinámicas de los sentimientos.

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