V.E.
RANGOON

Guerra, paz y romance en la India pre-independiente

Si la semana pasada la cartelera nos daba argumentos para reflexionar sobre los planes expansionistas chinos a nivel de taquilla cinematográfica, hoy hacemos lo propio con el otro gigante asiático. Y es que la industria de Bollywood, líder imbatible a nivel mundial en lo que a ritmo productivo se refiere, parece también decidida a superar el confort histórico que le ha dado la autarquía. Con el –masivo– mercado local ya no es suficiente, de modo que toca abrirse y probar suerte en el extranjero. La tendencia se confirma, año tras año, con la llegada (todavía tímida, pero sin duda al alza) de títulos que deben ayudarnos a perder el miedo a una manera de entender el cine que a día de hoy sigue antojándose excesivamente exótica.

La nueva propuesta del director Vishal Bhardwaj parece una buena ocasión para afrontar dicha tarea. Con un gran despliegue en la producción como bandera, esta historia de amor ambientada en la India de la Segunda Guerra Mundial (es decir, esa nación con anhelos de independencia del Imperio Británico) promete ser un espectáculo visual de primer nivel, además de un torrente de pasiones marca de la casa. En otras palabras, la excusa ideal para que los bailes más coloridos pasen a formar parte de nuestra propia narrativa fílmica.