El Eibar completa un lustro sin dar un paso atrás. En cinco años, el equipo azulgrana ha pasado de militar en Segunda B a asentarse en Primera, hasta el punto de que su décimo puesto final ha sabido a poco.

Es, sin embargo, histórico. Prácticamente como todos los registros de una campaña magnífica. Puesto (10º), puntos (54), victorias (15), goles (56)... El Eibar ha batido todas sus marcas en una temporada en la que solo en la primera jornada se situó por debajo de la décima plaza. La permanencia, el único objetivo que, lógicamente, se había marcado el club se logró con holgura. Y aunque siguió presente en el discurso oficial hasta que las matemáticas la certificaron, los eibarreses han estado siempre más cerca de la pelea europea –a la que aspiraron hasta su derrota en el Calderón, hace apenas dos semanas– que de la lucha por la supervivencia. Ilusión que cimentaron coincidiendo con el tramo más complicado del año, cuando Liga y Copa –llegaron a cuartos de final por primera vez en la historia– cebaron el calendario mientras la enfermería se llenaba.

Plantilla

El equipo daba así razón a sus responsables, convencidos de haber diseñado una plantilla más equilibrada que en temporadas anteriores. Efectivamente, ha sido una de las claves. No tanto porque los futbolistas con menos oportunidades en Liga dieron el callo en Copa, como sobre todo porque su respuesta ha posibilitado que las ausencias apenas se hayan dejado notar en el rendimiento global del conjunto.

Un equipo que, además, ha triunfado siguiendo a pies juntillas el libreto de José Luis Mendilibar, lo que ha posibilitado no solo buenos resultados, sino también muchas actuaciones que han quedado grabadas en la retina del aficionado.

Un equipo en el que, pese a la importancia del colectivo, también han destacado nombres propios. El de Dani García, insustituible desde que llegó a Ipurua en la categoría de bronce, sigue en el grupo de destacados. También el de Sergi Enrich, que ha demostrado que no necesita a Borja Bastón a su lado para ser decisivo. Este año se les han unido Florian Lejeune o, sobre todo, un Pedro León que, posiblemente, ha disfrutado de la mejor temporada de su carrera. También Fran Rico –indiscutible hasta que la rodilla le envió a boxes–, Arbilla, un Inui muy mejorado respecto a su primer año, o Kike, espectacular en la segunda vuelta.

La otra cara de la moneda ha sido, por un motivo u otro, para Bebé, Gálvez o, sobre todo Nano –seis millones de desembolso entre los tres–, lejos de lo que se esperaba de ellos. También para Jota Peleteiro, que en enero regresó al Brentford.

Elecciones

En el plano institucional, también ha sido un año de récord –43 millones de presupuesto–, aunque tampoco han faltado las polémicas, en las que han tenido mucho que ver las elecciones que el próximo 1 de junio desembocarán en la constitución de un nuevo Consejo de Administración.