Desde el océano al Xoldokogaina La primera montaña de la travesía del Pirineo

La travesía del Pirineo de mar a mar, desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, es una soberbia, incomparable e inolvidable travesía para los que la han completado, con dos rutas (sendas pirenaicas): las GR, la 10 por el norte y la 11 por el Sur de la cadena, y la más directa y “fiera”, de más alta montaña, la Haute Randonnée Pyreneenne- HRP- (Alta ruta Pirenaica). Como aperitivo a la misma, tanto para recordar o como actividad iniciática, desde Mendía, proponemos a los lectores, la primera etapa, el prólogo que nace en Hendaia playa, junto al Casino, y llega hasta la primera montaña de la cordillera, el Xoldokogaina, en una excursión que sigue las balizas rojiblancas del GR 10 y que finaliza en el pequeño y sin embargo precioso y típico pueblo de Biriatu, en la muga de Lapurdi con Nafarroa y Gipuzkoa.

No hay mayor placer que iniciar la marcha con las primeras luces de un nuevo día. El excursionista se despedirá del Océano Atlántico desde el casino de Hendaia-playa, donde un panel indica el comienzo de la gran travesía. Las tradicionales balizas rojiblancas serán el hilo conductor del senderista. Esta propuesta es un “mixto” en zona urbana, pistas, carreteritas y sendas de montaña, que finaliza en Biriatu tras pisar la cumbre del “Xoldo”, un mirador de increíbles proporciones. El excursionista habrá llegado al Arenal de Hendaia, desde donde se dirigirá hacia el centro de la localidad por el Boulevard Leclerc para alcanzar el paseo peatonal que bordea la bahía de Txingudi, en un paseo excepcional. El paso se despide de la cornisa, pasa bajo la carretera, y sigue las calles Belzenia, Partxetegia y Zubernoa karrika para despedirse de las últimas casas por un túnel bajo las vías del tren. A partir de aquí el senderista afrontará en un continuo pero suave diente de sierra las primeras colinas de este sector de Lapurdi, sembradas de caseríos entre campos verdes donde pastan diferentes tipos de ganado en un ambiente muy bucólico y rural. Tras cruzar la carretera N-10, el camino, que ofrece bellas vistas desde la costa al interior, destacando los distantes Xoldokogaina, Larun y Aiako Harria, inicia el ascenso hasta Biriatu y desemboca en la histórica “Maison Mouniort”, donde se inicia la corta pero intensa ascensión al Xoldo sin pasar por el centro del pueblo. Esta montaña que es la primera elevación seria del espinazo pirenaico, es una atractiva y amable montaña, una amplia y alargada media luna, despejada y herbosa, con una extensa red de senderos para proyectar diferentes salidas.

Desde aquí ya no hay descanso hasta la alargada cima. El inclinado camino empedrado gana rápidamente altura acercándose a las escarpaduras rocosas de “la Perdrix”. Se acerca a la ladera septentrional cruzando dos torres eléctricas. En la segunda, en un descanso en el camino, recientemente se ha colocado una afortunada mesa de orientación que señala el inmenso panorama que se divisa hacia el mar. En la actualidad el GR pasa por la cumbre, a la que se llega, ahora más cómodamente, por un ancho y directo camino somital. Un monolito marca el punto más alto, belvedere apropiado para descansar y disfrutar de un incomparable e inolvidable paisaje, que no por conocido deja a nadie indiferente. La segunda parte de la travesía lleva al deportista hasta el cercano Osingo lepoa, desde donde se divisa el lago de Ibardin, otro singular enclave. Allí, será raro no encontrar animales que crecen en libertad. Desde allí el senderista retornará hacia Biriatu siguiendo una sinuosa y estrecha senda (NW), que rodea la montaña por el oeste y por donde hasta hace poco discurría el GR que evitaba la cima. Se une al camino de subida entre las dos torres y rápidamente pierde altura hasta el silencioso centro de Biriatu, núcleo urbano en plena naturaleza, donde destaca su plaza, la iglesia St Martin, su contiguo cementerio con estelas funerarias vascas discoidales, la arquitectura típica de sus casas y su frontón. En resumen, solo su visita, justifica el viaje.