Del negro al blanco se pasa en un instante, sobre todo en el ciclismo. Por eso se dice que hasta que no se cruza la línea de meta no hay nada decidido. Ningún corredor, aunque unos son más torpes o descuidados que otros, está libre de un accidente o una avería, ya sea por mala pata propia o ajena.

Ayer, Chris Froome, que va a pasar a ser uno de los mejores ciclistas de la historia, aunque no sea el más elegante pedaleando ni el más hábil cuando se trata de responder a un imprevisto, se fue al suelo. Era hasta ese momento una etapa plácida en la que estaba situado en el grupo de los importantes –a falta solo de 25 km para la meta el grueso del pelotón lo dirigía Sky con sus nueve corredores en cabeza–. Solo faltaba bajar el Torcal, aunque había un escapado y Contador, como siempre, andaba como mosca cojonera. El ritmo era bueno con lo que, en una hora, ducha y masaje.

Pero fue entonces cuando se pegó la leche. Le cambiaron la bici y, no está muy claro si es que había algún problema técnico o es que no terminaba de acertar con el calapié, el caso es que el líder se fue al suelo por segunda vez. Saltaron las alarmas, como cuando avisan de fuego y solo hay alguien fumando. ¡Atención, que Froome se ha caído! Pero el jefe del Sky se reincorporó y apretó los dientes hasta el final. Allí aparecieron raudos Mikel Nieve y Wout Poels. Para el navarro fue un infierno mantener ese ritmo cuando ya había dejado de apretar y no era su terreno. Al final, solo veinte segundos le sacaron sus principales rivales. Hace falta un trompazo más grande para impedir que este gane.

El incidente restó protagonismo al ganador de la etapa, el polaco afincado en Granada Tomasz Marsczynski, del Lotto Soudal, a quien le pareció un sueño ganar una etapa en Andalucía y en solitario. Lástima que se escapó de Omar Fraile, de Dimension Data, que se tuvo que conformar con ser segundo. Destilaba optimismo el vizcaíno: «Casi lo he conseguido a la primera que lo intento», con lo que anuncia guerra. Eso sí, la tendrá que hacer casi en solitario tras el abandono del belga Serge Pauwels. A Fraile le quedan solo Igor Antón, el sudafricano Janse van Rensburg y el australiano Lachlan David.

En cualquier caso no será hoy, cuando llega la decimotercera etapa entre Coín y Tomares, sobre 198,4 km, con un perfil totalmente llano en la segunda mitad de la jornada y solo un poco sinuoso en la primera.

Un pirómano quema un autobús

Por otra parte, la Policía española detuvo al autor de la quema del autobús del equipo Aquablue. De 55 años, fue arrestado cuando se disponía a pegar fuego a un contenedor. Había sido detenido anteriormente en otras 51 ocasiones por delitos de robo con violencia e incendio.

Movistar podría tomar el relevo de Lointek

La Sociedad Deportiva Ugeraga de Sopela anunció ayer que la empresa Lointek, con la que llevaba nueve años vinculada, dejará de patrocinar al equipo élite UCI femenino la próxima temporada. Sin embargo, el proyecto seguirá adelante porque ya han encontrado un nuevo patrocinador, cuyo nombre será hecho público próximamente.

La mala noticia de que un patrocinador deje el ciclismo, especialmente el femenino que se mueve en un contexto más precario, ha coincidido en el tiempo con la posibilidad de que el equipo Movistar tome las riendas de una plantilla. La estructura deportiva, de la que el máximo responsable es Eusebio Unzue, lleva meses trabajando esta posibilidad. «Es probable que en algún momento tengamos que dar ese paso siguiendo la línea de apoyo al deporte femenino», declaró hace solo tres días. GARA