Matteo Trentin logró su tercera victoria y la quinta del Quick Step en la decimotercera etapa de la Vuelta entre Coín y Tomares, que se resolvió en un sprint atípico en el que se metieron los corredores de la general con un pequeño corte en el que David de la Cruz perdió siete segundos que le hicieron bajar hasta la quinta plaza en la general.

El Quick Step tuvo el apoyo de Cannondale y Lotto-NL para llegar al sprint y jugarse la baza del italiano, que además tiene el objetivo de pelear por el maillot verde en una demostración del poder del equipo de Patrick Lefevere, que ha sido capaz de dominar los sprints en el Giro con cuatro victorias de Gaviria –a las que añadir una de Jungels–, en el Tour con cinco etapas de Kittel– y en la Vuelta con las tres de Trentin, a los que sumar las de Lampaert y Alaphilippe.

Quince etapas en las grandes en una misma campaña que no están al alcance de ningún otro equipo y menos con las dudas con las que afrontaba el año el Quick Step sin tener asegurada su continuidad en el pelotón. Y probablemente no será la última porque será el favorito en la etapa final de Madrid y en la tercera semana puede tener alguna oportunidad más.

Eran pocos los sprinters que iniciaron la Vuelta y basta con ver la clasificación de ayer para comprobar la poca competencia que hay en las llegadas masivas. Que Moscon, Andersen y Schwarzman le siguieran en la meta lo dice todo porque el pelotón está muy fatigado y solo 26 corredores llegaron en el primer grupo con un corte en el sprint que solo pilló despistados a David De la Cruz e Ilnur Zakarin, que perdieron siete segundos.

Abandono de Omar Fraile

Omar Fraile tuvo que abandonar en la parte final de la etapa por unos problemas estomacales que parecía haber superado cuando fue segundo en la etapa del jueves, pero ayer sufrió durante toda la jornada con vómitos, con problemas para seguir el ritmo del pelotón y tuvo que bajarse de la bicicleta, con lo que solo quedan en carrera cinco vascos y tres corredores del Dimension Data, azotado por un virus que no ha superado.

No solo los corredores del equipo sudafricano tienen problemas. También José Joaquín Rojas, tercero el jueves, sufrió ayer, como Juanjo Lobato, a pesar de que el equipo Lotto-NL trabajó durante toda la etapa para preparar su sprint.

El empuje de Quick Step, Lotto-NL y Cannondale evitó que llegara a la meta una escapada de corredores de nivel como Alessandro De Marchi (BMC), Alexis Gougeard (Ag2r), Thomas De Gendt (Lotto) y Arnaud Courteille (FDJ), que estuvieron controlados por el pelotón. De Marchi y De Gendt intentaron marcharse por delante a veinte kilómetros de meta y el italiano fue el último atrapado a seis de meta. Obligó a los perseguidores a rodar a una velocidad que rompió el pelotón, pero ni ese ritmo ni la dureza del final impidió la victoria de Trentin.

Tras su triunfo el italiano destacó que «no era un final muy de mi gusto, ya que sobre el papel parecía algo menos duro, especialmente el tramo en los últimos tres-dos kilómetros, pero hemos decidido ir a por ello. Todos han hecho su trabajo al 100% y tenía que ganar. Cuando un equipo trabaja así, tienes que rematar. Vine a la Vuelta con confianza, pero para nada esperaba algo así y aún no ha acabado, por lo que esperamos lograr más cosas para el equipo».

Un fin de semana atractivo

La Vuelta vivirá este fin de semana dos etapas de alta montaña de gran dureza. La primera llevará a los corredores hoy de Écija a la Sierra de La Pandera y a 22 de meta se corona el puerto de Locubin (2ª), con 8,5 kilómetros al 4,8%, y tras la bajada empezará la subida final a un puerto de Fuera de Categoría con 12 kilómetros de subida al 7,3%.

Mañana espera otro final en un puerto de Fuera de Categoría, Sierra Nevada, con 19,3 kms. al 5,6% tras subir dos puertos de Primera, el alto de Hazallanas (16,3 kms. al 5,5%) y el del Purche (8,5 kms. al 8%) en una etapa que solo tendrá 129 kilómetros. Después la Vuelta se traslada a Logroño y tras la jornada de descanso del lunes llegará la crono de 40 kilómetros.

Madariaga y Landa, el lunes en rueda de prensa

El presidente de la Fundación Euskadi, Miguel Madariaga, y Mikel Landa comparecerán juntos el lunes en la sala de prensa de La Vuelta en la jornada de descanso en Logroño para anunciar el acuerdo alcanzado para que el alavés asuma la responsabilidad de relanzar la estructura que le dio la oportunidad de formarse como ciclista y llegar al profesionalismo. El acuerdo no solo afecta a la Fundación, también al Euskadi Murias, que anunció su decisión de dar el salto a profesional continental en 2018 en mayo sin que desde entonces haya anunciado ninguna decisión. Lakua quiere que se dé una unión en el ciclismo vasco para apoyar un proyecto que aglutine a todos. GARA